Entrevista | Nick Guidemond Experto en eSalud y asesor de la OMS y la Comisión Europea

“Galicia es una de las regiones que lidera la transformación sociosanitaria en Europa”

“Ya hay suficiente innovación. Lo que necesitamos es practicidad”

NIck Guldemond, en el Fórum RIES 23

NIck Guldemond, en el Fórum RIES 23 / Alba Villar

Profesor de atención sanitaria y salud pública en las universidades de Gdansk (Polonia) y Leiden (Países Bajos) y experto en eSalud, Nick Guldemond es conocido por su trabajo en soluciones digitales basadas en datos para mejorar la atención al paciente y su salud. Fue el director y fundador del primer living lab en un hospital universitario, dedicado a la ciencia, la innovación y el impacto social. Con su destacada trayectoria, es hoy asesor de varios gobiernos, la OMS, la Comisión Europea e industrias de todo el mundo. Esta semana ha estado en Vigo en el marco del Fórum Retos Internacionales del Ecosistema Salud del Clúster Saúde de Galicia.

–¿Cómo ha evolucionado la investigación y la innovación tecnológica en la atención sanitaria en los últimos 25 años en Europa?

–Durante ese tiempo, Europa ha sido testigo de avances significativos en investigación e innovación tecnológica dentro del sector de la salud, lo que ha llevado a mejoras en la atención al paciente, el manejo de enfermedades y el desarrollo de nuevos tratamientos, además de acelerar un crecimiento económico significativo. Por ejemplo, en los clústers que funcionan bien, una inversión de 1 euro genera al final 3 euros. En Europa tenemos una infraestructura única con redes público-privadas concentradas alrededor de hospitales universitarios que respaldan a numerosas empresas de tecnología médica, farmacéutica y de tecnología de la información sanitaria. Además, de esta manera construimos una fuerza laboral excelentemente educada y capacitada.

–¿Considera que España va al mismo rimo?

–España destaca en innovación sociosanitaria. Regiones como Galicia, el País Vasco, Cataluña y Andalucía son un ejemplo en Europa, junto con los países nórdicos, Italia, Escocia y algunas otras, que están liderando importantes desarrollos y debates relacionados con la transformación de la asistencia social y sanitaria, así como con la digitalización. Puede haber alguna diferencia en el rendimiento académico con los países del noroeste, pero ¿de qué valen las publicaciones académicas si no se puede crear un impacto social?

–En el sistema público de salud de Galicia aún no está disponible para la mayoría de la población algo que puede parecer tan sencillo como una videollamada. ¿Qué opina de ello?

–La videoconsulta es una muy buena incorporación como otra formas de interacción con el paciente, especialmente para una región como Galicia, con muchos pueblos pequeños en zonas remotas y largas distancias de viaje. Debería hacerse, como el increíble sistema historia clínica electrónica gallega, que se estableció gracias al buen liderazgo y compromiso de los profesionales.–¿Cuás son los principales retos de Europa en innovación sanitaria?

–Europa se enfrenta a varios desafíos en materia de innovación sanitaria que pueden obstaculizar el progreso y la incorporación de tecnologías y soluciones novedosas. Como la financiación limitada y las restricciones presupuestarias. Pueden ralentizar el ritmo de la innovación y limitar la accesibilidad a tratamientos y servicios sanitarios de vanguardia. También los obstáculos regulatorios, como navegar por complejos marcos normativos y estándares de cumplimiento en diferentes países europeos, que pueden crear barreras para la oportuna aprobación e incorporación de tecnologías y tratamientos sanitarios innovadores. Armonizar los procesos regulatorios y estándares a nivel de la Unión Europea sigue siendo un desafío clave para promover una innovación uniforme en todos los estados miembros. Hay también que superar la resistencia al cambio dentro de los sistemas de salud tradicionales y entre los profesionales de la salud. Fomentar una cultura de innovación, facilitar formación y apoyo adecuados y demostrar los beneficios de las nuevas soluciones son esenciales para abordar este desafío. Los fragmentados sistemas sanitarios de Europa, caracterizados por variaciones en las políticas sanitarias, los mecanismos de compensación y los modelos de prestación, pueden impedir la integración y adaptación de soluciones innovadoras. Lograr la interoperabilidad y la estandarización de las prácticas sanitarias sigue siendo un desafío fundamental.

–¿Qué puede ser una realidad en pocos años y hoy nos parece ciencia ficción?

–Creo que ya tenemos suficiente innovación. Lo que realmente necesitamos es un sentido de viabilidad y practicidad. Se pueden realizar muchas mejoras relativamente simples y de bajo coste que suponen una mejora importante, como prevención, optimización de procesos, intercambio de datos básicos entre organizaciones...Eso supondría una diferencia como entre el día y la noche, mientras que no debería ser demasiado optimista sobre muchos desarrollos sobrevalorados como el impacto de los datos y la inteligencia artificial (IA), la medicina de precisión o la cirugía robótica. En medicina, la IA no es muy nueva: la detección del cáncer de mama a través de radiografías y bioinformática en genómica tiene más de una década de antigüedad y, mayormente, no logró los avances revolucionarios en términos de resultados de salud que se preveían.

–¿Cuáles son los mayores riesgos de estos avances? ¿Con qué deberíamos tener cuidado?

–Nuestro sector tiende a estar sobrevalorado, lleno de tecnopopulismo, inno-entretenimiento y evasión del pensamiento crítico o incluso ingenuidad respecto de la tecnología, a veces impulsado por intereses financieros, porque vender sueños en tiempos de necesidad es un gran negocio. Así que hay que tener los pies en la tierra y la cabeza despejada… Como los gallegos, supongo.

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