El Concello adjudica la rehabilitación del Pazo da Raposeira

La empresa pontevedresa Construcciones Abal debe acabar la reforma de la parcela y el edificio, del siglo XVII, antes del 30 de septiembre de 2024

Será un equipamiento público con usos social y cultural principalmente

Destina más de 1,75 millones

Es una de las grandes joyas del patrimonio arquitectónico de Vigo, que, como tantas otras en nuestra ciudad, sufre el paso del tiempo sin que nadie las arrope. A pesar de su potencial esplendor, es un fantasma para muchos ciudadanos, que ni siquiera saben dónde se ubica. Esto cambiará. El Pazo da Raposeira, situado a menos de 20 metros del Alcampo de la avenida de Madrid, recuperará su brillo de la mano de la empresa pontevedresa Construcciones Abal.

La mesa de contratación del Concello celebrada el pasado viernes acordó proponer la adjudicación de las obras de rehabilitación integral y adecuación a esta firma por una cantidad que supera ligeramente los 1.755.000 euros, casi 100.000 euros menos de lo presupuestado por la administración local inicialmente. Se posicionó por delante de las otras siete sociedades que se postularon para efectuar estos trabajos, que deberán estar finalizados antes del 30 de septiembre del próximo año.

Esta intervención, con un plazo de ejecución aproximado de ocho meses, dispone de una inyección próxima a 1,5 millones de euros del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos de entidades locales, enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado con fondos Next Generation EU. El resultado: una segunda vida para este palacio de Sárdoma, que se convertirá en un equipamiento público para usos múltiples, preferentemente, sociales y culturales para fomentar la participación de los vecinos.

Recreación del interior del palacio una vez reformado.

Recreación del interior del palacio una vez reformado. / FdV

La rehabilitación del edificio comprende la adecuación estructural y espacial al nuevo uso, la implantación de sistemas tecnológicos avanzados, la restauración de los elementos originales y la mejora del entorno del inmueble. En la edificación, está previsto potenciar la envolvente térmica, restituir la estructura de la cubierta y de la planta alta, limpiar los revestimientos en paredes y suelos de la capilla realizando un nuevo pavimento pétreo, sanear y limpiar el granito, mejorar la accesibilidad y dotar de instalaciones al edificio adaptándolo a los requisitos normativos que se requieren para alcanzar un consumo energético razonable, eficiente y sostenible en el tiempo.

Cambios en el exterior

En el exterior, la intención del Concello es rehabilitar el hórreo, el crucero y el estanque, recuperar el trazado del jardín francés, confeccionar un recorrido accesible por la finca desde el acceso y sanear y limpiar el muro exterior que delimita la parcela.

Vista exterior de la parcela en la que se ubica el Pazo da Raposeira.

Vista exterior de la parcela en la que se ubica el Pazo da Raposeira. / Marta G. Brea

Con esta actuación, el Ayuntamiento pretende, tras varios intentos sin éxito, que el Pazo da Raposeira vuelva a latir y deje atrás sus años en el olvido. Su creación se remonta a la familia Araúxo en la primera mitad del siglo XVII y su mayor esplendor se dio con la familia Arce en la segunda mitad del siglo XVIII. Desde que la propiedad del pazo pasó a formar parte del linaje de los Montenegro y Saavedra, perdió su estatus de vivienda principal de la familia.

Su última dueña fue doña María del Rosario Montenegro López-Saavedra. Por motivos de gestión urbanística, a través del convenio para construir el hipermercado de la avenida de Madrid, cedió en 1986 la nuda propiedad del edificio al Concello con la carga de un derecho de usufructo que se extinguió con su fallecimiento a finales de marzo de 2013, consolidándose dos meses después la plena propiedad del Ayuntamiento.

La estructura actual del pazo es el resultado de una amalgama de construcciones y reformas desde, al menos, principios del siglo XVII. En la fase inicial -año 1625-, se levantó la zona norte y la entrada del edificio y, en 1712, se completó la edificación principal con la torre, la capilla y el patio de armas.

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