“Les gustaba la música, bailar y cantar flamenco”: así era la familia fallecida en el incendio de Vigo

Vecinos y familiares aseguran que los padres "se desvivían" por unos niños "felices"

A. C.

Eran las 4 de la mañana cuando la vida se detenía en el número 6 de la calle Alfonso X en Vigo. Tres minutos después de esa hora se recibía el aviso en la central de los bomberos. Humo, llamas, desconcierto y miedo, mucho miedo. Por los mayores pero, especialmente, por los pequeños.

Así recuerdan las víctimas del incendio mortal cómo vivieron el suceso que terminaba con el fallecimiento de cuatro miembros de una misma familia: la madre, Rosana, y sus tres hijos de 10, 12 y 14 años, Ezequiel, Aldara y Sara

Los niños se pasaban el día jugando, riendo… Les gustaba la música, bailaban y cantaban flamenco, como sus padres”, relata una de las vecinas tras la tragedia.

La abuela de los menores, María Cruz Jímenez, superviviente del incendio, y Adrián, primo de los pequeños también afectado por las llamas, los recuerdan como “unos niños maravillosos”.

Ezequiel, de 12 años, fue uno de los menores fallecidos en el incendio de la calle Alfonso X.

Ezequiel, de 12 años, fue uno de los menores fallecidos en el incendio de la calle Alfonso X. / Cedida

Carmen, la otra abuela de los pequeños, Carmen, recibió a las casi 6 de la mañana la peor llamada que podría esperar. "Un familiar me dijo vente para aquí que está el edificio en llamas. Mi hijo vivía desde hace tres años en el 4⁰ con mis nietos y su mujer, tenía 31 años y la más pequeñita salió desnuda pobrecita, tenía que tener tocó quemado. Ahora la mandaron a Coruña", dice entre lágrimas.

Las circunstancias no eran del todo sencillas en el seno familiar, todos sus allegados coinciden en que “eran unos niños felices y su familia se desvivía por ellos”. Pese a la situación que atravesaban “nunca les faltó comida”. Cuenta también cómo, ante los cortes de suministro de agua, “los padres iban continuamente a por garrafas para llevarlas a casa y duchar a los niños”. Recibían atención de día en un centro de Aldeas infantiles a través de la Xunta, en coordinación con su centro educativo.

Visiblemente afectado, un exresidente del inmueble recordaba como su hija pequeña era compañera de juegos de los niños fallecidos: “Yo mismo los llevé muchas veces al cine”. “Para mí es como si fuesen mis sobrinos”, añade otra exvecina.

El padre y otra hija salvaron la vida

El marido y padre de las víctimas mortales, Emilio Barrul, se encuentra ingresado en el hospital. Él consiguió salvar a la cuarta hija del matrimonio, metiéndola dentro de su camiseta.

Así permanecieron colgados “15 minutos” de la ventana, según los testigos, hasta que lo rescataron los bomberos. 

Suscríbete para seguir leyendo