La ciudad supera en julio los 140.000 contratos por primera vez desde la crisis económica

El boom turístico registrado este verano y el fin de la temporalidad sostienen el crecimiento de esta década

El 21% de los 20.557 nuevos inscritos son indefinidos

Suben los asalariados, se mantienen autónomos

Un camarero en una terraza en Vigo este verano

Un camarero en una terraza en Vigo este verano / MARTA G. BREA

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

El mes de julio de este año sigue sumando hitos para los registros históricos en la ciudad. Después de superar por primera vez la barrera de los 50.000 visitantes en sus hoteles gracias al auge del turismo extranjero, Vigo ha vuelto a contar con más de 140.000 contratos en vigor por primera vez desde el estallido de la crisis económica de 2008. Las 140.439 personas inscritas según los datos del Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones suponen 820 más que hace un año y 907 más que en 2019 en el último registro previo a la “tormenta perfecta” desatada entre el coronavirus y la invasión rusa de Ucrania.

Atrás parecen quedar los augurios de una nueva crisis económica que haría estallar, por enésima vez en los últimos años, todos los planes de futuro y expectativas de crecimiento. Ni el encarecimiento de las materias primas, ni la subida de los tipos de interés o la energía, ni el estancamiento de la guerra de Ucrania. Ni siquiera la estabilidad política con unas elecciones generales que marcaron todo el calendario del mes. El motor de la economía viguesa funciona a pleno rendimiento.

Las 116.913 personas inscritas en el régimen general suponen casi 14.000 más que hace nueve años, cuando la crisis económica y financiera que estalló en 2008 le llevó a su suelo histórico y a la pérdida de 25.725 asalariados. No obstante, y aunque el porcentaje de estos trabajadores sobre el total (83,25%) ha vuelto a los niveles de comienzos de siglo, los datos de afiliación siguen por debajo de los del periodo comprendido entre 2005 y 2010.

afiliados W

afiliados W / Hugo Barreiro

El mes de julio se toma como referencia al ser, por norma general, el que tiene un mayor número de inscritos en activo el último día del mes que el Ministerio de Seguridad Social toma como referencia. Y es que a pesar de que en agosto aún se mantienen unos elevados índices de contratación debido a las vacaciones, el fin de la temporada alta turística provoca que muchas personas se vayan al paro el día 31. En Vigo se da la circunstancia de que esta cifra repunta en el invierno gracias a las luces de Navidad. El año pasado alcanzaron las 139.048 a 31 de diciembre, superando así las cifras de agosto.

Este crecimiento llega a pesar del estancamiento en el régimen especial de trabajadores autónomos, que suma 18.347 personas. Aunque en 2007 registró su techo histórico con 19.468, durante el último lustro se ha estabilizado tras una década de caídas. También el régimen especial del Mar registra síntomas de mejora con 1.925 empleados. A pesar de los problemas vividos con las limitaciones a la pesca y la falta de relevo generacional, el sector mantiene su recuperación tras la pandemia, aunque sigue lejos del techo histórico registrado en 2012 con 3.286 inscritos. El sistema especial del hogar se estabiliza ligeramente a la baja (3.208) respecto a su récord hace una década. El sector agrario se mantiene en 46 afiliados, un centenar menos que hace tres lustros.

3.600 contratos a jóvenes

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal se firmaron 10.557 nuevos contratos en este mes, siendo el 57,8% de los mismos para los hombres.

Como cada verano son los más jóvenes los que, en proporción, protagonizan estas altas en la Seguridad Social con 3.668 trabajadores menores de 30 años. En esta franja de edad predominan, no obstante, las mujeres debido al tirón de la hostelería y el sector servicios, aunque también predominan en artes, educación y comercio.

En lo que se refiere a la temporalidad, el 21% de estos nuevos contratos fueron de carácter indefinido, ratificando una tendencia que se ha acrecentado desde la llegada de la reforma laboral promovida por el Gobierno a finales de 2021. En total, 1.420 vecinos menores de 40 años han firmado un contrato de este tipo, especialmente en “Servicios de comidas y bebidas” y en la construcción especializada.

[object Object]

Este buen comportamiento de la economía también se refleja en los demandantes de empleo. Según los datos del mismo mes de julio, el paro registrado en la ciudad se sitúa en 17.230 personas, lo que supone 192 menos que en el mes de mayo. De ellos, el 58,3% son mujeres. El 13,3% de parados supone la tasa más baja de los últimos quince años, cuando el estallido de la crisis inmobiliaria provocó una escalada de despidos que llevó a duplicarla (26,8%) en febrero de 2014.

En esta estadística es evidente una brecha generacional que provoca que 8.600 de los mismos sean mayores de 50 años, especialmente hombres. Por otra parte, los menores de 25 apenas suponen medio millar.

Además del comercio y la restauración, destacan los demandantes en actividades relacionadas con el empleo (1.289), servicios a edificios y jardinería (742) o sin actividad económica (1.360).

Suscríbete para seguir leyendo