Gran Vigo

Los embalses vigueses, un oasis también en agosto

Eiras se sitúa al 84% de su capacidad, ocho puntos por encima que hace un año

Los embalses nacionales están por debajo del 30%

La puesta en marcha de la ETAP de O Casal aliviará las restricciones en el futuro

El embalse de Eiras, al 99% de su capacidad, el pasado mes de mayo

El embalse de Eiras, al 99% de su capacidad, el pasado mes de mayo / ALBA VILLAR

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Septiembre llegó con lluvias al sur de Galicia, aunque a diferencia de años anteriores estas no fueron tan aguardadas ni deseadas. Las precipitaciones de la última semana han sido un renglón más en un verano en el que Vigo ha sido un oasis en el resto de España.

Y es que mientras la sequía obligaba a restringir el uso del agua en las comunidades mediterráneas, la ciudad ha visto como las presas que le abastecen de agua durante los meses de mayor calor –y con mayor consumo por la llegada de turistas– han tenido un aspecto envidiable.

Justo la semana en la que los embalses peninsulares han caído por debajo del 30% de su capacidad –lo que supone casi 19 puntos por debajo de la media de la última década– el de Eiras que abastece a Vigo y varios municipios limítrofes se ha mantenido en el 83,44%, lo que supone casi ocho puntos más que hace un año (75,69%) y garantiza las reservas hasta el otoño gracias a sus 22,17 hectómetros cúbicos.

Hace un año y al igual que en 2017, las escasas precipitaciones en la parte final de la primavera y el verano obligaron a limitar el uso del agua en domicilios, jardines y calles del área metropolitana, una medida que quedó descartada a comienzos de julio de este 2023.

Esta mejora también se replica en los otros dos embalses de la zona que debido a su menor tamaño se “vacían” más rápido y no tienen un margen mayor de llenado. El de Zamáns, que abastece a parte de la ciudad y Nigrán, está al 68,73% de sus 2,02 hectómetros de capacidad, mejorando notablemente el 45,27% de hace ahora doce meses.

Por su parte, el de Baíña en Baiona llega roza la mitad de su escasa capacidad (49,67% de 0,64 hectómetros cúbicos) frente al 43,23% de hace un año.

De esta manera, Vigo parece decir adiós al que podría ser su último verano pendiente de los cielos para garantizar el agua. La puesta en marcha de la ETAP de O Casal prevista para este otoño permitiría aumentar la capacidad y calidad del bombeo desde Eiras, garantizando el suministro en niveles menores.