Universitarios que mejoran su entorno

Los 11 proyectos de aprendizaje-servicio de la UVigo para el curso 23/24 divertirán a los niños del Cunqueiro con experimentos, fomentarán un turismo inclusivo y hábitos saludables y llevarán la música a escuelas infantiles del rural, entre otras propuestas

Alumnos de Ingeniería Biomédica, mostrando su experimento en el aula del Cunqueiro.  // Cedida |   // I. OSORIO

Alumnos de Ingeniería Biomédica, mostrando su experimento en el aula del Cunqueiro. // Cedida | // I. OSORIO / s. penelas

Sandra Penelas

Sandra Penelas

Inundar la cámara acorazada de una maqueta del Banco de España para explicar física a los niños ingresados en el Cunqueiro, diseñar experiencias turísticas satisfactorias para personas con otras capacidades, llevar la música a las aulas de Infantil o enseñar a los escolares a entender las etiquetas de los alimentos para favorecer hábitos saludables. Los proyectos de aprendizaje-servicio permiten a los alumnos de la UVigo formarse sobre el terreno en el que desarrollarán su futuro laboral y, al mismo tiempo, ayudar a la comunidad con sus conocimientos. La convocatoria para el próximo curso se enmarca en la Agenda 2030 y sus ODS y el Vicerrectorado de Bienestar, Equidad y Diversidad ha seleccionado un total de 11 propuestas vinculadas a todo tipo de carreras en los tres campus.

La mecánica de fluidos es una de las asignaturas más temidas por los alumnos de ingeniería, pero también puede llevar alegría y diversión, además de conocimientos, a los pacientes más jóvenes. El germen del proyecto “Aprender xogando nun hospital” fue un curso on line masivo y abierto (MOOC) con el que los profesores trataron de suavizar la imagen de la materia a través de experimentos lúdicos. Y el curso pasado se estrenaba en el Cunqueiro con una “gran acogida” por parte de todos los implicados.

Alumnas de Ingeniería Biomédica, con pacientes infantiles del Cunqueiro.

Alumnas de Ingeniería Biomédica, con pacientes infantiles del Cunqueiro.

“Los alumnos estaban encantados. Participaron cerca de 50, casi el 100%, e hicieron un esfuerzo muchísimo mayor del que les pedíamos. La actividad está dirigida a los estudiantes de 3º de Ingeniería Biomédica, que ya tienen cierta vocación, pero les falta esa parte de contacto con los pacientes. A los responsables del Cunqueiro y a los niños también les gustó mucho, por eso decidimos actualizarlo para el curso 23/24”, explica su coordinador, Eduardo Suárez, profesor de Mecánica de Fluidos en Industriales e investigador del Cintecx.

A igual que el curso pasado, los voluntarios, divididos en grupos, tendrán que preparar un experimento en tono divulgativo y divertido –diseñar un fluido para que haga pompas dentro de otras– acompañado de una breve explicación para todas las edades y después presentarlo por turnos en el Aula hospitalaria del Cunqueiro. “Es una de las actividades que más les motiva y les engancha”, destaca.

Visita guiada para usuarios de la ONCE en el Arqueológico. |   // CEDIDA

Visita guiada para usuarios de la ONCE en el Arqueológico. | // CEDIDA / s. penelas

Con la misma vocación de servicio, un grupo de alumnas de 2º de Turismo de Ourense diseñaron el curso pasado una visita guiada al Museo Arqueológico de Ourense para personas con discapacidad visual. Un proyecto que tendrá continuidad este año gracias a la colaboración con la Fundación Once, que también repetirá el curso previo de formación abierto a todos los estudiantes interesados, y al que también podría sumarse la asociación Down.

“Encaja muy bien con los ODS porque el objetivo es que todas las personas tengan igualdad de oportunidades y puedan disfrutar de una experiencia turística lo más satisfactoria posible. Es una formación muy importante y necesaria para nuestros alumnos, que de esta forma adquieren una competencia fundamental para adaptar productos turísticos a otros perfiles. Y, al mismo tiempo, aportamos nuestro granito de arena. Todos aprendimos muchísimo en el taller de la Once y tanto las estudiantes como las personas que participaron en la visita quedaron encantadísimos”, celebra la coordinadora Elisa Alén, implicada en el proyecto ”Turismo con sentido” junto con las profesoras Trinidad Domínguez y Noelia Araújo.

La visita al Museo Arqueológico de Ourense.

La visita al Museo Arqueológico de Ourense. / INAKI OSORIO

En esta segunda edición, la idea es que los alumnos diseñen una ruta en un entorno natural que podría ser O Invernadeiro en la línea de los parques sensoriales: “Se utilizan muchísimo en otros países y no requieren grandes inversiones. Son pequeñas acciones como caminos con diferentes texturas o plantas de distintos olores que tiene un impacto muy grande con estas personas”.

Lucía Casal, profesora del área de Didáctica de la Expresión, se estrena en este programa de la UVigo tras un proyecto piloto que realizó el curso pasado en la escuela infantil del campus de Ourense y que fue la actividad más valorada por sus alumnos de 3º de Infantil. El objetivo será el mismo, que los voluntarios diseñen y practiquen en clase sesiones musicales para bebés de 0 a 3 años. Pero esta vez las llevarán a tres escuelas rurales: Toén, Pereiro de Aguiar y Coles.

Sesión musical en la escuela infantil del campus de Ourense.

Sesión musical en la escuela infantil del campus de Ourense. / Cedida

“A estimulación musical temperá ten beneficios para a saúde cientificamente comprobados pero nesta etapa non é obrigatorio o perfil de especialista e hai mestras que escapan dela por non ter ferramentas. Por iso é importante que os nosos estudantes adquiran estas competencias ao mesmo tempo que as escolas completan e enriquecen o seu proxecto educativo. Ademais as do rural teñen unha idiosincrasia moi particular e seguramente sexan os seus primeiros destinos”, apunta Casal, que también tiene formación en canto.

Aprender a leer las etiquetas y fomentar hábitos saludables

Otro centro ourensano que recibirá a voluntarios de la UVigo será el Colegio Plurilingüe Divina Pastora, donde estudiantes de 3º de Ciencia y Tecnología de los Alimentos ya impartieron el año pasado talleres a unos 120 alumnos de varios cursos de Primaria. Y tras la “boa acollida” de la primera edición, el proyecto “Lendo etiquetas para coidar da miña saúde” se ampliará a más centros de toda la provincia, priorizando el rural, gracias a otra iniciativa financiada por la Fecyt.

El proyecto está coordinado por Raquel Rial y Beatriz Cancho y cuenta con la participación de otras cinco profesoras del área de Nutrición y Bromatología. El 40,6% de la población infantil española tiene exceso de peso y una alimentación sana y saludable pasa por leer y entender el etiquetado. Los universitarios voluntarios aprenden a identificar el azúcar oculto, los distintos tipos de grasa y las “frase mágicas “ de la industria, entre otras competencias, a la vez que fomentan hábitos saludables en los escolares y su entorno familiar a la hora de hacer la compra.

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