Sanidade y Povisa apuran negociaciones del concierto para cerrarlo este verano

Fuentes cercanas al proceso apuntan a que podría haber una propuesta en dos o tres meses | La primera prórroga concluye el próximo agosto

PROTESTA DE TRABAJADORAS DEL HOSPITAL POVISA ( VIGO ), RECLAMANDO UN CONVENIO JUSTO Y UN MEJOR SALARIO.

PROTESTA DE TRABAJADORAS DEL HOSPITAL POVISA ( VIGO ), RECLAMANDO UN CONVENIO JUSTO Y UN MEJOR SALARIO. / JOSE LORES

A. B.

“La negociación va bien”, aseguran personas cercanas a las conversaciones que el Grupo Ribera Povisa y la Consellería de Sanidade mantienen para la renovación del concierto singular que los une y por el que reciben asistencia especializada alrededor de 130.000 usuarios de la sanidad pública en el Área Sanitaria de Vigo. Este contrato, de ocho años, venció el pasado mes de agosto y discurre ya por el primer año de prórroga de los dos contemplados en el texto. Estas fuentes esperan que en el plazo de dos o tres meses pueda haber una propuesta consensuada sobre la mesa. De este modo, no sería necesario activar la segunda prolongación anual del contrato.

Diferentes sindicatos también han sacado en conclusión que las negociaciones entre Sanidade y el grupo hospitalario han progresado bastante, lo que se ha traducido en otra actitud también en las conversaciones con los representantes de los trabajadores.

El pasado mes de abril, el comité de empresa –a excepción del sindicato médico O’Mega, que negocia por separado– alcanzó un acuerdo con Recursos Humanos de Ribera Salud y de Povisa para renovar el convenio laboral y evitar la huelga que ya estaba convocada. Con la subida salarial para dos años cerrada, la firma del documento está ahora pendiente de que se resuelvan algunos flecos pendientes, como el plus de nocturnidad o las vacaciones.

El último concierto entre Sanidade y Povisa cambió el modelo de esta relación. El hospital privado dejó de tener una población asignada por adscripción territorial a que los usuarios de algunas zonas puedan elegir dónde quieren recibir atención. Además, en vez de facturar por actividad, el centro de la calle Salamanca pasó a cobras por cada uno de los ciudadanos adheridos.

A Povisa no le ha beneficiado este acuerdo y, desde entonces, encadena números rojos hasta el punto de que se renegociaron las condiciones cuando el hospital solicitó preconcurso de acreedores en 2018.