El Meixoeiro realiza la primera radioterapia interna de esófago en Galicia

La Unidad de Oncología Radioterápica es referente gallego en esta técnicas

El equipo de profesionales, tras finalizar el procedimiento

El equipo de profesionales, tras finalizar el procedimiento / FdV

La braquiterapia es una radioterapia interna en la que se coloca la fuente de material radioactivo directamente dentro del tumor o en contacto con él. "Un tratamiento personalizado de máxima precisión" que reduce el daño a otros órganos, explica el Sergas. En la Unidad de Oncología Radioterápica del Meixoeiro se empezó a usar en el 2000 con tumores ginecológicos y de mama y se fue extendiendo luego a próstata, piel y bronquios. Ahora, acaban de incorporar el esófago: ha tratado por primera vez en Galicia un tumor en esta zona.

¿Y cómo lo ha conseguido? Gracias a la colaboración de un equipo de profesionales multidisciplinar -Oncología Radioterápica, Digestivo, Radiofísica y Neumología- y a la incorporación de nueva tecnología. El jefe de Oncología Radioterápica, Víctor Muñoz, en concreto, explica que han podido dar este paso por la adquisición de dos endoscopios modernos, que "permiten poner marcadores donde está la lesión". También por la disponibilidad de innovadores sistemas de visualización, simulación y planificación 3D mediante un TAC.

El paciente fue remitido por el área sanitaria de Santiago, ya que el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) es referencia gallega para esta técnica. Es un "tratamiento eficiente y con claros beneficios" que está indicado en tumores de esófago ya irradiados (sobreimpresión) o localizados de forma muy superficial, en recaídas o en pacientes en los que tienen contraindicada cualquier otra terapia.

¿Cómo es la sesión?

A través de los endoscopios y con una máquina robotizada, se coloca una fuente radioactiva de 4 milímetros dentro del tumor o junto a él. Y se dan "unos chispazos". La endoscopista de Digestivo del Cunqueiro, Nereida Fernández, fue la encargada de dirigir la operación.

Además del control tumoral y el menor perjuicio para órganos sanos, otra de las ventajas de esta técnica es que no requiere hospitalización.

La unidad tiene dos pacientes pendientes para llevar a cabo esta técnica y el doctor Muñoz calcula que tendrán enter 15 y 20 casos en el primer año y unos 40 cuando se estabilice.