El frío se instala en la Ciudad de la Justicia

La entrada al edificio registra temperaturas inferiores a los 10 grados

El termómetro ubicado en el hall, esta mañana

El termómetro ubicado en el hall, esta mañana / M. F.

M. F.

Galicia acaba de vivir una de las madrugadas más gélidas de lo que va de invierno. Hasta en una ciudad costera como Vigo el termómetro se ha desplomado hasta los 3,8 grados, según los datos de la estación de MeteoGalicia en el centro urbano. Pero ese frío no está solo en la calle, también ha penetrado en el hall de la Ciudad de la Justicia.

El termómetro situado en la enorme entrada de la torre marcaba esta mañana 9,5 grados. Si ya los últimos días las temperaturas eran muy bajas en esa parte del edificio, este lunes unas obras en la puerta obligan a mantenerla abierta.

Los trabajos en la puerta hacen que entre todavía más frío del habitual

Los trabajos en la puerta hacen que entre todavía más frío del habitual / M. F.

El frío es uno de los problemas que han emergido con el traslado de los juzgados a la reformada sede. Por eso no es raro ver como los agentes de la Policía Nacional y los vigilantes de seguridad que se encargan del control de acceso al edificio, totalmente expuestos al aire gélido que estos días se cuela por la gran puerta acristalada, trataban a duras penas de combatir el frío con guantes y sus chaquetas bien cerradas hasta el cuello. Con abrigos también tienen que trabajar en el mostrador de información, que está situado justo frente a esa entrada, la principal y la única operativa por ahora de la nueva casa judicial viguesa.

Con las bajas temperaturas de los últimos días, el frío hace mella en el hall, donde, bastante cerca del acceso, también está la “macrosala” de vistas, ante cuya puerta deben esperar los abogados y ciudadanos citados para los juicios que allí se celebren. Este espacio se estrenó el martes y ya hay más procesos previstos para las próximas semanas. “El frío es insoportable”, afirmaba un letrado que entraba en el edificio.

El efecto también llega a notarse en los largos pasillos de la primera planta. “Y en la zona de los garajes se te congelan hasta las orejas”, describían sobre estos sótanos donde, igual que en el resto del complejo, debe haber personal de vigilancia. Esta situación fue trasladada de forma informal al director xeral de Xustiza, José Tronchoni. “Lo ideal sería una doble puerta de acceso, para que el hall estuviese más protegido”, comentaban trabajadores.