Gran Vigo

La joyería viguesa “brilla” en Manresa y Estrasburgo

Dos alumnas de la Escuela Técnica de Joyería del Atlántico finalizan su formación en Tous y viajan a Francia para trabajar como diseñadoras

María (i.) y Jennifer (d.) con la presidenta de Tous, Alba Tous (2i.), y la vicepresidenta de Tous, Rosa Tous (2d.),  en su taller de  Manresa.

María (i.) y Jennifer (d.) con la presidenta de Tous, Alba Tous (2i.), y la vicepresidenta de Tous, Rosa Tous (2d.), en su taller de Manresa. / Jorge Garnelo

Las nuevas generaciones de joyeros made in Vigo distan bastante de las que hace varias décadas daban forma y vida a las piedras preciosas de la ciudad y sus alrededores. El alumnado es “mucho más vocacional”, reconoce Carlos Pereira, director de la Escuela Técnica de Joyería del Atlántico, atribuyéndole distintas cualidades más propias de intrépidos trotamundos que de sedentarios trabajadores. A las estudiantes que ahora se forman en la urbe olívica, fundamentalmente mujeres frente a la mayor presencia masculina de antaño, les gusta viajar y adoran emprender. “Pensamos que es importante que cualquier alumno que acaba este ciclo viaje a otro país, practique otro idioma y se culturice estéticamente”, señala el responsable de este centro privado, quien pese a apuntar que “cada vez se fabrica más en España y se mandan más piezas a terceros países” también advierte sobre la fuga de cerebros que, como a numerosas profesiones, afecta a su sector, en expansión: “Realmente se nos están escapando, aunque nosotros también queramos que se escapen en cierta forma. Lo importante es que vuelvan”.

Y en eso están, entre otras, las viguesas María Fernández y Jennifer Varela, que tras estudiar en la citada institución académica se “lanzaron” nada más y nada menos que a Manresa (Barcelona), donde se formaron en la Escuela Tous de Joyería y Oficios Artesanos. Allí estuvieron durante tres semanas el pasado mes de julio, en un espacio que vio la luz en 2018, por el que ya han pasado 270 estudiantes –ocho de ellos procedentes de Galicia– y en el que se ya han impartido cerca de 20.000 horas de clases.

“No hay nada malo que decir, todo fue una experiencia muy positiva”, destaca María por llamada telefónica desde Estrasburgo, donde junto a su compañera trabaja ahora en otra empresa vinculada a la confección de artículos de lujo, haciendo hincapié en que lo que más le sorprendió es que “casi todas las piezas se trabajaban de manera artesanal”. También, cómo no, poder conocer en primera persona a Alba Tous y Rosa Tous, presidenta y vicepresidenta de la compañía catalana respectivamente.

“El trato fue muy cercano”, recuerda de aquel momento, en el que ella y su amiga les entregaron como obsequio un puzzle con la figura del osito tan característico de la marca para la guardería que Tous ha impulsado en sus oficinas a fin de mejorar la conciliación familiar de sus trabajadores, dando fe de que “hay que aprovechar todas las oportunidades que se presentan en la vida”. Con “demasiadas fronteras abiertas” de cara al futuro, apunta que lo que se plantea actualmente es seguir cogiendo experiencia, si puede trabajando: “Ya sea aquí en Francia o en otros países, me da igual; y después, si es posible, querría hacer algo personal ”.

Jennifer, por su parte, opina más de lo mismo. “La joyería tiene una base igual en todas partes pero cambia de un país a otro, y eso también me gustaría experimentarlo”, comenta, tras explicar que en las instalaciones de Manresa empezaron con piezas que se iban a reutilizar o que a lo mejor no se podían recuperar para acabar arreglando piezas de clientes. Oro, plata y titanio fueron algunos de los materiales con los que estuvieron en contacto, tratándolos minuciosamente con sopletes y avanzados láseres.

“Por el momento no tenemos novedades en concreto de Galicia, aunque nuestra voluntad es lograr preservar el oficio joyero y en concreto las técnicas de restauración, por lo que estamos trabajando constantemente para ampliar nuestros convenios con los mejores centros formativos”, comentan desde la compañía al ser preguntados por la posibilidad de establecer más convenios con otros centros gallegos, resaltando que “Galicia tiene muy arraigado el amor por lo artesanal y por los oficios milenarios como la joyería, y se nota en el talento”.

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