Los colegios concertados piden aumentar las subvenciones ahogados por los gastos

La Xunta subió ahora en enero un 7,5% los fondos pero el colectivo lo ve insuficiente | “Hay centros que por la baja natalidad y la crisis podrían desaparecer”, dice un director

Concentración de directores, padres y docentes de colegios concertados contra la nueva Ley de Educación, en diciembre de 2020. |   // MARTA G. BREA

Concentración de directores, padres y docentes de colegios concertados contra la nueva Ley de Educación, en diciembre de 2020. | // MARTA G. BREA / Marta G. Brea

La eliminación de las cuotas en la educación concertada es uno de los objetivos básicos de la nueva ley educativa que entró en vigor este curso, la LOMLOE –también conocida como la ley Celáa–, quien ya retira su obligatoriedad de solicitar a las familias el pago de cuotas para cuestiones asociadas a la enseñanza. Estos pagos, totalmente voluntarios, se destinan especialmente al gasto de servicios complementarios como comedor, transporte, actividades extraescolares o incluso reformas o mejoras en el centro escolar. Con la inflación, muchas fueron las familias que no pudieron hacer frente a estas cuotas dejando este año de abonarlas, lo que, sumado a la baja natalidad y, por supuesto, al aumento de los gastos de luz y calefacción en estos colegios, ha puesto en jaque a las directivas, que ven como cada vez es más complicado, con el actual concierto, completar todos los gastos.

Por ello, a través de la Federación Autonómica de Centros de Ensino Privado (CECE Galicia), han solicitado un incremento de estas partidas al considerar que a actual es “insuficiente”. Y es que este mismo mes de enero la Xunta de Galicia incrementó en un 7,5% su presupuesto para los centros educativos, públicos y concertados, para hacer frente a la factura energética.

“Es una subida mayor que la de otros años, que desde 2009 era prácticamente la misma, y aunque reconocemos que es de las más importantes que hemos tenido, no es suficiente”, explica Belén Rodriguez, responsable de los servicios jurídicos de la Federación, quien matiza que hay un desfase en las cuentas de los colegios concertados del “40%”. “En la última reunión que mantuvimos pedimos el compromiso de la administración del incremento paulatino de las partidas que permitan hacer frente al déficit de determinados gastos, de modo similar al incremento pactado en otras comunidades como Baleares, que pactó entre el periodo 2022-2027 un incremento del 46,5% para esta partida”, relata Rodríguez.

Los centros concertados de Vigo capean como pueden el temporal de caída de la natalidad y cuotas así como el aumento de la factura eléctrica. “Con este balance es para muchos centros imposible llegar; el concierto asume los sueldos del profesorado prácticamente, pero todo el personal de servicios y otros complementos en nuestros centros los asumimos nosotros. Los gastos por supuesto que se han incrementado y menos mal que contamos con las familias. Son conscientes de que estas cuotas repercuten en mejoras en el centro educativo, y son mejoras que quieren para sus hijos”, explica Javier Saborido, director del Colegio Labor.

La Consellería destina a los conciertos en 2023 sobre 317 millones

Su homóloga en el colegio CPR Andersen Augalonga también suscribe esta necesidad de incrementar las subvenciones públicas. “Cualquier incremento es favorable, claro. En el centro subió todo, la luz, los gastos de transporte por el combustible, la calefacción... El gasto eléctrico ha tenido un fuerte impacto porque tenemos todo el día los ordenadores funcionando, los chicos pueden cargar sus portátiles y eso al final repercute”, explica Patricia.

Según fuentes de la Consellería, el dato del coste de los conciertos para el ejercicio 2023 estará en torno a los 317 millones, “teniendo en cuenta que el 90% de lo que se destina a la concertada va dirigido a a los salarios del personal docente y personal complementario de los centros de educación especial y que contempla los incrementos salariales de profesores de igual forma que en la pública”.

Este presupuesto, teniendo en cuenta las últimas estadísticas del INE, supone el 70% del ingreso total de los colegios concertados en la comunidad; el 30% restante lo aportan las familias a través de sus cuotas tanto a nivel educativo –en Bachillerato, por ejemplo, al no ser una enseñanza obligatoria, no se le aplica concierto alguno– como actividades o servicios complementarios.

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