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Hiperxel busca un acuerdo ‘in extremis’ con sus acreedores para eludir la quiebra sin Iberconsa

La gerencia traslada que este pacto ya se habría producido, si bien los proveedores no tienen constancia de su contenido | Nuevo parón: fuentes logísticas de la empresa afirman que Frigalsa ha vuelto a cortar el suministro

Las dependientas de las tiendas que Hiperxel posee en Vigo, ayer ante uno de los locales. ALBA VILLAR

El 12 de junio –mucho antes de que saltasen a la palestra los problemas que venía arrastrando Xeldist Congelados– las trabajadoras ya se temían lo peor. A falta de deberles dinero, su empresa (matriz de Hiperxel) llevaba varios meses pagándoles con cierto retraso y, por si fuera poco, la mercancía que llegaba a las tiendas era cada vez menor. “Os pedimos por favor que sigáis trabajando como hasta ahora y no bajéis la guardia”, solicitaba entonces –en su primera comunicación a la plantilla– la dirección a las empleadas, afirmando que “esta situación no implica que vayamos a cerrar o a quebrar” y asegurando que “todo esto quedará como un mal recuerdo y saldremos reforzados”. Nada de ello ocurrió. Los días se sucedieron, la deuda se fue haciendo más grande y la emblemática cadena de congelados –que adeuda tres meses a su personal– continúa buscando a día de hoy esa solución. Con el tiempo echándosele encima y la voraz amenaza de un concurso-liquidación a la vuelta de la esquina, ahora sin embargo lo hace in extremis para evitar su inminente quiebra.

Según fuentes próximas a los principales proveedores, la gerencia de la compañía trasladó este martes que el acuerdo, en el que Iberconsa no participaría, ya se habría producido. No obstante, de momento ninguno tiene constancia ni del contenido ni de sus cláusulas. Cabe recordar que Xeldist Congelados había puesto sobre la mesa quitas y planes de pago, así que –en caso de ejecutarse– abonarían solamente una parte de las facturas pendientes y a años vista. En esta línea, la propuesta de convenio debería contar con el 75% de los acreedores para que pueda salir adelante.

Mientras Hiperxel, con un pool de acreedores vasto y variado debido a la magnitud de su red y el extenso abanico de productos que ofertaba, intenta salvar la campaña de Navidad a toda costa, siendo la única manera de generar tesorería que tiene a su alcance, fuentes próximas a Iberconsa sostienen que el respaldo de ese pool ante el plan presentado por la emblemática cadena de congelados era “insuficiente”. Según destacan, Hiperxel pidió garantías a Iberconsa para este año y el siguiente, y propuso una inyección de capital que se ejecutaría en diciembre de 2023. En otras palabras, la propiedad reclamaba a los proveedores que asumiesen el grueso del esfuerzo para evitar la quiebra.

El panorama, cuanto menos, pinta mal. Fuentes logísticas de Xeldist Congelados indicaron ayer a FARO que Frigalsa ha vuelto a cortar el suministro, por lo que la empresa no puede repartir producto a sus tiendas.

Por su parte, Comisiones Obreras informó de que la dirección también dijo este martes que tiene de plazo “hasta final de este mes” para buscar un plan de viabilidad cuando el viernes pasado le había dicho a la representación legal “que ya no hay plazos y que si el fin de semana no hay noticias se presentaría un concurso de acreedores”. “Siguen dando largas y la gente sin cobrar. En dos semanas termina noviembre y la situación es la misma”, afirmó dicho sindicato.

El “mal vicio” de querer comer

En el número 20 de la enorme carretera de Camposancos (Vigo) se percibía ayer rabia e impotencia a raudales. También preocupación, miedo y desesperación. Allí, a las puertas de uno de los locales que la cadena Hiperxel posee en la ciudad olívica, más de una decena de trabajadoras se reunieron para charlar con FARO sobre una situación totalmente límite.

“Lo que siento es que estamos totalmente indefensas”, asevera Chus, que lleva 12 años en la compañía. “No me importa lo que haya en la cámara, lo que no haya. Me importa que no cobro, que tengo el vicio de comer todos los días, que a mí no me van a condonar ninguna deuda como pretenden que se les condone a ellos. Que mi hipoteca no me la va a pagar el señor al que le compré el piso, como ellos pretenden que haga Iberconsa con su hipoteca. Que quiero mi sueldo”, comenta visiblemente emocionada.

Como ella, la mayoría de sus compañeras van camino de consolidar los tres meses sin cobrar. “Se están riendo de nosotros”, dice Ana, que lleva tantos años dedicados a la empresa como Chus, reivindicando que “en el momento que nos deben un mes deberíamos poder denunciar”. Mónica, que lleva tres, la secunda. “Tú tienes que hacer un trabajo y el contrato te proporciona un dinero, pues eso no se está cumpliendo. Lo que no es normal es que no puedas denunciar desde el minuto cero”, indica, señalando que esto “no hay cuerpo que lo aguante ni casa que lo aguante”.

“Mucha gente no sabe por qué estamos en esta situación. Creo que es importante que se sepa que no es por la guerra de Ucrania, que no es por la huelga de transportes, que no es por la subida de la electricidad, ni por la subida del gasóleo. Estamos así porque una persona quiso hacerlo y las demás personas se lo permitieron”, apunta por su parte Patri, que lleva 10 años en Hiperxel. Rosa, que va camino de cumplir los mismos, critica como el resto la actuación de la dirección (Juan José Villamizar) y gerencia (Virginia Navarro) pero también al comité de empresa: “Se podían haber planteado paros, huelgas, protestas. Muchas cosas que no se hicieron para haber tenido más repercusión y que se nos oyera”.

Veteranas como Carmen, que lleva 30 años, felicitan con sarcasmo “a esta gente por la situación a la que nos llevaron. Realmente se lo merecen. Chapó” , mientras Verónica, que lleva 32, evidencia su enorme frustración. “Llega un momento que ya está bien, la gente quiere vivir”, dice, recordando que todas tienen un techo bajo el que duermen y que deben pagar.

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