Las precipitaciones de la última semana han propiciado un cambio muy importante en el volumen de ocupación del embalse de Eiras que empieza a recuperar la normalidad tras la prolongada sequía de los meses de verano. La presa que abastece a Vigo y al área metropolitana se encuentra en la actualidad al 79,55% de su capacidad, lo que supone 12,3 puntos por encima de los datos registrados en el último boletín hidrológico publicado por Augas de Galicia la semana pasada, unas cifras que han permitido prácticamente el llenado del embalse hasta las cuotas de resguardo contra avenidas.
Dichas cuotas de reserva han de mantenerse, especialmente durante las estaciones de otoño y primavera, por si se produce una elevación significativa del caudal ecológico superior al flujo medio, de manera que cuando el volumen de agua alcanza ese punto, lo habitual es su liberación a través de las compuertas de forma controlada. Y esto es precisamente lo que está ocurriendo desde el pasado viernes en Eiras, puesto que al obligar las cuotas de resguardo a mantenerlo por debajo del 80% de su capacidad, desde la Xunta de Galicia se ha procedido a aliviar el agua almacenada en el embalse para compensar los nuevos aportes de las precipitaciones, una medida que sin embargo ha cogido por sorpresa a algunos alcaldes de la zona.
Asimismo, los embalses de Zamáns y de Baíña, bajo un especial seguimiento, registraron también una notable estabilización, aunque siguen en niveles de ocupación bajos para esta época, al situarse ambas presas en un 22% por debajo del promedio de los últimos años y en niveles de ocupación próximos a los registros mínimos de la última década.
El Ejecutivo autonómico celebró el pasado jueves, día 20 de octubre, una reunión de la Oficina Técnica de la Sequía en la que se constató una mejora notable de las perspectivas debido a las lluvias ya registradas y ante los pronósticos meteorológicos de la llegada de más borrascas durante las próximas semanas. Sin embargo, según destacaron desde la Consellería de Infraestruturas, “a la espera de consolidarse la situación de mejora y del seguimiento de los indicadores, la Demarcación Galicia-Costa se mantiene en situación de prealerta por sequía y el sistema de abastecimiento de Vigo está en prealerta por escasez”.
En este sentido, desde el departamento autonómico se especificó que dicho estado de prealerta del sistema que bebe de Eiras “no se debía tanto a la cantidad de agua embalsada, que era la mayor de Galicia, como a los problemas de la potabilizadora de O Casal para tratar esa agua una vez que el embalse baja del 40% de ocupación, lo cual compromete el abastecimiento a la población cuando disminuye el agua”.
Por otra parte, la Oficina Técnica de la Sequía acordó mantener para los subsistemas de Baiona y de Zamáns las medidas equivalentes a un escenario de alerta por escasez de agua. En la próxima reunión, los técnicos de la Xunta de Galicia evaluarán la evolución que se pueda derivar de la situación meteorológica de las próximas semanas y si efectivamente las precipitaciones que se puedan producir confirman el aumento de los niveles freáticos y consolidan también un aumento en los caudales básicos de los ríos, para así adoptar las medidas oportunas.
