La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, juzga desde esta mañana a una mujer acusada de haber estafado en torno a los 30.000 euros a un septuagenario jubilado con una discapacidad. La acusada, que afronta una pena de cuatro años de prisión, negó los hechos afirmando que todas las retiradas de la cuenta corriente fueron "consentidas". "Él me dio su tarjeta y su pin y yo hacia la retirada con ellos (la víctima y su cuñado), la mitad del dinero se lo entregaba a ellos y me daban a mí la otra mitad" , afirmó la mujer. 

En su declaración, la acusada aseguró que todo fue consentido, que ella les hacía compañía a los dos septuagenarios, e incluso iba a comer con ellos. "Gracias al dinero que me dieron saldé todas mis deudas, yo solo quería darle la mejor vida a mi hijo", aseguró la denunciada. 

Por su parte, la víctima declaró que fue la acusada quien "le quitó la tarjeta", que nunca se la dejó. La sobrina del jubilado afirmó también en la vista que en las cámaras de los cajeros de los bancos se le ve "solo a ella" retirando el efectivo casi cada día.