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El puerto desafía a la guerra y los chips y anota un récord en exportaciones con 1.500 millones

Dilapida los registros previos a la pandemia con el tirón de la automoción, la pesca, la maquinaria o muebles | La escalada de precios compensa los menores volúmenes en tráficos: se vende un 8% menos, pero más caro

El puerto desafía a la guerra y los chips y anota un récord en exportaciones con 1.500 millones | FDV

El pulmón exterior alivió en buena medida la asfixia de la economía gallega durante la pasada doble recesión, con una demanda interna inerte y con el sistema financiero en cuidados intensivos. Hubo un puntal en esa resistencia: la industria del área de Vigo, cada vez más internacionalizada y capaz de competir en casi cualquier mercado. El escenario es ahora envenenado, pero el factor de resistencia es el mismo: en medio de una guerra en Europa, en plena escala inflacionaria, con escasez de componentes y un atasco irresuelto en el tráfico marítimo, las exportaciones canalizadas a través del puerto de Vigo se anotaron un récord en los tres primeros meses del año. Fueron más de 1.500 millones de euros, de acuerdo a los datos provisionales facilitados por la Secretaría de Estado de Comercio. No solo quedaron atrás los valores del año pasado, cuando la idea de un conflicto bélico europeo era un mal sueño, sino que se dilapidaron los previos a la pandemia.

Los 1.507 millones de euros facturados en el exterior por vía marítima tuvieron un protagonista absoluto: la automoción. El cruce de los datos entre la facturación y el número de vehículos evidencia dos cosas: que la falta de semiconductores (chips) sigue haciendo mella en el sector, no solo a la fábrica de Stellantis Vigo, y que el precio de los turismos o furgonetas ha crecido de forma notable. Entre enero y marzo salieron del puerto vigués cerca de 113.500 unidades, un 25% menos que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, las ventas rebasaron los 1.100 millones, ligeramente por encima de las cifras de 2021. Y esto fue una tónica: el incremento de los precios de todos los productos exportados ha sido capaz de paliar la reducción de los tráficos; se ha vendido al exterior menor volumen (un 8% menos, en toneladas), pero con mayores ingresos. Se está repercutiendo en el comprador final la subida de electricidad, costes logísticos, mano de obra o carburantes.

Entre los principales sectores de actividad, además de la automoción, las noticias han sido positivas en la mayor parte de los que convierten a Vigo en el corazón industrial del noroeste español. El pescado –no así la conserva, que experimentó un ligero retroceso– se anotó un avance considerable, hasta superar los 62 millones de euros (43,6 millones en el periodo equivalente de 2021), y los productos farmacéuticos duplicaron su penetración en el exterior. La maquinaria industrial, los químicos inorgánicos, muebles, madera y los extractos vegetales complementaron el esfuerzo del automóvil en la consecución de este nuevo hito. Del lado contrario se situó el naval vigués, con exportaciones por poco más de 1,5 millones de euros, pero solo debido al calendario de entregas fijado en lo que va de año.

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