India se postuló como el granero alternativo a Ucrania y Rusia, de donde sale el 30% de toda la producción de trigo y cebada, tras el inicio de la invasión. Su primer ministro, Narendra Modi, dijo en abril que el país era capaz de cubrir de sobra ese vacío en el suministro de los cereales y aportar muchísimo más incluso si la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo permitía. Pero ni un mes después no le queda otro remedio que hacer justo lo contrario. La histórica ola de calor con temperaturas superiores a los 45 grados está quemando las cosechas y el Gobierno indio acaba de prohibir las exportaciones para evitar la deriva de la inflación –cercana al 8% en su caso– y garantizar el suministro a Bangladesh, Sri Lanka, Nepal y el resto de países amenazados por una crisis alimentaria.
La decisión disparó otra vez la cotización del trigo, que el pasado lunes alcanzó los 438 euros por tonelada en la bolsa de valores paneuropea Euronext, literalmente a precio de oro. Otro ingrediente de tensión en el mercado de las materias primas, que, junto con el encarecimiento de los costes energéticos, mantiene en vilo a la economía planetaria. Y, aún así, el negocio exterior de Galicia resiste la estocada.
5,2% de alza en marzo
Las exportaciones de las empresas de la comunidad ascendieron a 2.301 millones de euros en marzo tras un incremento anual del 5,2%. El alza en el conjunto del país fue del 17,1%, hasta los 33.090 millones de euros, según los datos publicados ayer por la Secretaría de Estado de Comercio. Las compras a otros países subieron un 6% en Galicia (1.935 millones) y por encima del 31% en todo el Estado (37.732 millones), impulsadas por el incremento constante de los productos energéticos. “Un ritmo elevado a pesar de la complejidad del actual entorno internacional”, en palabras de Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, “caracterizado por una mayor incertidumbre y una elevada inflación”.
Las ventas internacionales en todo el primer trimestre subieron un 24% y llegaron a 6.763 millones de euros en Galicia, un nivel sin precedentes a estas alturas del año. Parte de la explicación está en los precios. Se vende más caro y, por tanto, el valor de las exportaciones también es mayor. Pero también analizando la cantidad de mercancía la comunidad bate récord con un alza del 12% en comparación con el mismo periodo de 2021.
Automoción vs Textil
La automoción fue de los primeros sectores en recuperarse tras la primera ola del coronavirus en 2020. Ese mismo año volvió a cifras prepandemia y repitió la hazaña el ejercicio pasado, en medio de la crisis de los chips. Demasiado dura ahora. Aunque se mantiene a la cabeza del negocio exterior regional (1.751 millones de euros entre enero y marzo), las exportaciones caen un 15%, sin perspectiva de mejora clara a corto plazo. Como sí le ocurre al textil, el otro pilar del comercio internacional de Galicia. Ronda los 1.250 millones de euros, un 72,6% más.
El saldo de los combustibles se sitúa cerca de los 624 millones de euros (un alza del 214%); la pesca roza los 400 millones (23,8%); el aluminio sigue imparable (38%, hasta los 257 millones); y la conserva (201 millones) tampoco pierde ritmo (7%) frente al escenario de contundentes encarecimientos de sus insumos. Por países, los avances son especialmente intensos en la exportación a Países Bajos (146%), Marruecos (49%) y Reino Unido, donde aumentan un 73% tras años de atonía por las consecuencias del Brexit.
Consecuencias de la guerra
En marzo no queda rastro de compras a Ucrania, fundamental en el abastecimiento de cereal y aceite para Galicia –ahora la mayoría de operaciones se ejecutan a través de Francia, Reino Unido y Lituania–; y sí de importaciones desde Rusia. El flujo ronda los 25,7 millones de euros, la inmensa mayoría (17,3 millones de euros) aceites de petróleo que, probablemente, pertenecen a órdenes de compra formalizadas con anterioridad al conflicto con Ucrania. De hecho, la energía ejemplifica el enorme desafío que para un territorio supone un problema tan terrible como esta guerra. Galicia diversifica sus mercados de abastecimiento de combustibles. Estados Unidos concentra una cuarta parte de las compras de productos energéticos de la comunidad durante el primer trimestre (87,4 millones de euros), por delante de Argelia, que aportó el 20,3% (71,8 millones de euros).
La escalada de los precios energéticos, agudizada por la invasión militar de Rusia sobre Ucrania, está provocando un roto milmillonario en la balanza comercial de la economía española. La subida del petróleo y el gas natural provocó que el déficit energético del país se dispare hasta los 11.052 millones de euros en el primer trimestre del año, más del doble que los 4.883 millones del mismo periodo del año anterior. En los tres primeros meses del año, las importaciones de productos energéticos (petróleo, gas, carbón y electricidad) se dispararon casi 129% en plena espiral de subida de los precios energéticos, hasta los 19.197 millones de euros.