La historia de Vigo pide paso, emergiendo bajo los pies de quien excava. Tres han sido las veces que, hasta ahora, las obras de Porta do Sol han aflorado restos del pasado de la ciudad. La primera dejó en vilo durante dos meses el proyecto, tras la localización de casas derruidas para la apertura de la calle Elduayen en 1880; la segunda apareció en Policarpo Sanz, en la boca de entrada al túnel, con una edificación datada provisionalmente entre los siglos XV y XVII. Este martes llegó la tercera, en la antigua salida del parking hacia la calle Carral.
Son restos que corresponden indiciariamente con la fortificación que abrazaba la ciudad. “Todo parece indicar que se trata de la muralla”, apuntan fuentes de Praza do Rei. De momento se procederá a descubrir el entorno de tierra, con supervisión de los técnicos, y evaluar el grado de conservación y "en qué medida va a afectar al resto de la obra". En este tramo está prevista la instalación de una rampamecánica que prolongue el eje ya existente en Segunda República hacia el Náutico.
Ubicación de los posibles restos
Antes de la aprobación de este proyecto, una de las principales actuaciones planificadas por el Gobierno municipal que comanda Abel Caballero, se realizaron hasta tres sondeos arqueológicos previos para descartar la existencia de vestigios. Los tres fueron negativos. Su evaluación dependerá, de nuevo, de los arqueólogos, así como la decisión que se adopte al respecto. En la confluencia entre la calle A Laxe con Carral se conserva, de hecho, parte de esta histórica fortificación, cubierta con un cristal que permite atisbar las dimensiones que tuvo en su día.
Estos restos de la base de la fortificación de la ciudad se encuentran tres alturas por debajo de la confluencia de la calle Carral con Porta do Sol; concretamente en un punto en el que la entrada desde la calle Carral "sube un poco y después vuelve a bajar". El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, reconoce que son un bien de primera magnitud y que por ello seguirán las instrucciones de los arqueólogos.
Sin embargo, no puede garantizar que "en la obra inicial", cuando se construyó el aparcamiento subterráneo, no se tirara parte de esa base de la muralla o si había más por encima.
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Hallazgos previos
Los restos que fueron localizados en Elduayen fueron motivo de diversas especulaciones, apuntando incluso al período romano aunque no se encontrara ningún material previo al siglo XVII. La comprobación con fotometrías y planos históricos identificó las edificaciones con las viviendas derruidas allí en 1888. Eran construcciones que ya aparecen en el plano de Manuel Fernández Soler de 1879, en el cual se recomendaba su expropiación para poder abrir la calle “Travesía”, renombrada poco después y hasta la Guerra Civil en honor al político e ingeniero José Elduayen.
Según el documento firmado por Sandra González Parente, las edificaciones “presentan un estado de conservación muy deficiente” ya que solamente se encuentran “cimentaciones de las casas expropiadas, sin niveles de suelo asociados”. Se descartó, por tanto, que fuesen vestigios de la capilla de la Misericordia, un templo benedictino del siglo XVI.
El futuro de los restos en Policarpo Sanz
En el caso de los restos de Policarpo Sanz, se ha optado también por realizar un escáner fotogramétrico con el que elevar un modelo en tres dimensiones para su correcta catalogación. “Es una casa que parece estar datada entre los siglos XV y XVII”, apuntó entonces el primer edil.
Se ha especulado con que puedan corresponder a la antigua Casa de Mora, construida extramuros, que habría sido escenario de las reuniones de los líderes de la Reconquista para iniciar el levantamiento popular que acabaría con la expulsión del ejército de Napoleón.
En ese sentido, Caballero ya ha avanzado que se está estudiando la compatibilización de la obra con mantener el edificio. "A nuestros efectos, lo mejor, es dejarla como está" señaló el regidor, aunque apuntó a que "puede haber otras opciones" dentro de lo que propongan los arqueólogos.
"Que ahora aparezcan restos y antes no aparecía ninguno señala que tenemos un cuidado especial"
Pese a las dificultades técnicas y retrasos, el alcalde se muestra entusiasmado con estas noticias. "Estoy satisfecho de que en la obra estén emergiendo tantos restos. Es la riqueza de la historia de la ciudad de Vigo" señaló a los periodistas durante una rueda de prensa en el Concello.
Caballero asegura que se está "descubriendo todo con cuidado extremo y hay arqueólogos permanentemente vigilando cada centímetro cúbico de tierra que se saca".
En ese sentido, ha ironizado con "que ahora aparezcan restos y antes no aparecía ninguno", lo que demuestra que se trata de la primera vez en la historia que estas obras se hacen con un cuidado especial.