Parece que, a priori, los restos encontrados a la altura de Elduayen a raíz de la excavación del túnel que permitirá la peatonalización de Porta do Sol "no se corresponden con la iglesia de la Misericordia, sino con cimentaciones de viviendas", aunque los arqueólogos no lo tienen claro: lo están investigando y "se sabrá en los próximos días", según fuentes municipales. Ahora mismo, es una incógnita el tesoro que esconden las tripas de esta céntrica calle olívica.

Además de escombro, tierra y herramientas de obra, también ha aflorado una recóndita canalización. Durante las primeras horas tras su descubrimiento, los vecinos la etiquetaron como un supuesto túnel que vendría desde el monte de O Castro y desembocaría en Beiramar. Las redes sociales son un gran caldo de cultivo para las conjeturas y, esta vez, no ha sido diferente. Algunas personas incluso llegaron a identificarlo con la antigua muralla que protegía Vigo desde el siglo XVII. Sin embargo, todas esas suposiciones se quedaron en eso, en simples teorías. La Concellería de Fomento del consistorio local ha querido poner fin a los rumores y ha explicado a FARO que el misterioso muro es, en realidad, una tajea.

Las tajeas, ahora en desuso en las ciudades contemporáneas, son puentes de tamaño reducidos que se ubicaban en los caminos para que, por debajo de ellas, pasen las aguas o una vía de comunicación poco importante. Esta es, de hecho, y según los técnicos de Fomento, una de esas canalizaciones de agua.

No es la primera vez que unas obras de este tipo dejan a la luz retazos de la historia más reciente de la ciudad. En el año 2018, durante las primeras excavaciones en la Porta do Sol, previas a la construcción de las escaleras mecánicas, una parte muy importante de aquella muralla que pretendía defender a Vigo de una posible ofensiva portuguesa afloró.

Esta obra dotará a la ciudad más poblada de Galicia de una gran explanada peatonal en su kilómetro cero homologable a la de otras grandes ciudades tanto de España como de Europa, con unos 8.000 metros cuadrados libres de tráfico, adornados con fuentes, mobiliario urbano y una réplica ajardinada de las islas Cíes.