El Juzgado de Primera Instancia 4 de Vigo acogió ayer la vista por una demanda de desahucio contra el inquilino que lleva habitando el piso, situando en la zona de As Travesas, hace más de ocho años pero cuyo contrato venció el pasado mes de octubre. Fuentes próximas al caso aseguran que, pese a seguir pagando el morador –padre de una familia numerosa– la renta del alquiler a pesar de no tener contrato, el dueño quiere vender el piso, motivo por el que insta el desalojo.

Los habitantes del apartamento son una familia senegalesa compuesta por un matrimonio, tres hijos y uno más en camino, ya que la mujer está embarazada. En su piso actual pagan 300 euros y aseguran que no son capaces de encontrar algo tan económico para poder irse. 

Por eso recurrieron a la moratoria del Gobierno, según la cual que en casos de especial vulnerabilidad no pueden ser desahuciados. Para ello, el juzgado solicitó informe al departamento de Servicios Sociales del Concello de Vigo. Ese documento tardará en tramitarse un mínimo de un mes, por lo que el casero tendrá que esperar al menos ese periodo para recuperar su piso.