Vigo sigue demostrando que, en su ADN, lleva grabada a fuego la palabra solidaridad. Lo dejó claro durante el peor trago de la pandemia del COVID y lo confirma ahora, en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania. El Concello y el sector hotelero de la ciudad se dan la mano para dar soluciones habitacionales a los refugiados: la entidad municipal pagará entre 30 y 40 euros por día y habitación a los responsables de alojamientos que cedan espacios de forma temporal para estos ciudadanos que han dejado toda su vida atrás debido al conflicto bélico con el fin de estar a salvo. Los propios hoteleros asumen la diferencia del precio hasta alcanzar la cifra de mercado.
“El Concello nos pide disponibilidad y precio e incluso si es posible algún tipo de cupo de emergencia en fin de semana por si llegase algún autobús sin avisar. Habrá hoteles que colaborarán de forma totalmente gratuita”, destaca el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros, que se encargó de dar aviso a los compañeros de gremio con una circular en la que se resumió esta iniciativa municipal. “Tememos no tener camas suficientes para estas personas, por lo que nos pusimos en contacto con Feprohos para que ofrecieran habitaciones”, informan fuentes de la entidad de la Praza do Rei.
El representante de la patronal de Pontevedra destaca que hay “dos perfiles” de refugiados: los que han elegido como destino Portugal y se hospedan en Vigo antes de llegar al país luso, cuya estancia se prevé que sea de una o dos noches; y ucranianos que se quedarán en Vigo: se quedarían en el alojamiento entre una semana y 10 días, aproximadamente. “Siempre se contempla como algo temporal mientras se les busca un alojamiento para más tiempo, es lo que nos comentó el Concello. Lo que no sabemos por ahora son las fechas”, indica.
Feprohos también ha solicitado a los profesionales del gremio, a petición de la entidad municipal, colaboración para ofrecer apartamentos amueblados destinados a refugiados para una estancia de entre seis meses y un año. En este caso, también lo costearía el Concello. “Llegan, sobre todo, mujeres con niños, por lo que se buscan apartamentos de entre una y cuatro habitaciones”, explica Sánchez-Ballesteros antes de señalar que los hoteleros comunicarán su decisión directamente a la concejala encargada del departamento de Benestar Social, Yolanda Aguiar.
Según concretó esta semana el alcalde olívico, Abel Caballero, un total de 33 refugiados de Ucrania ya están a salvo en Vigo. A última hora de la tarde del sábado, llegaron a la ciudad en tren 20 personas, a las que el Concello y Accem (Asociación Católica Española de Inmigrantes) les buscaron alojamiento para pasar la noche y, de estas, 18 decidieron continuar hasta Oporto y dos quedaron en Vigo. El domingo, arribaron tres mujeres ucranianas y se establecieron con familiares y, el lunes, otra familia, que se asentó con sus parientes.
“En Vigo, tenemos nuestra propia red de emergencia y estamos preparados para darles acomodo”
El regidor indicó que otras 25 personas procedentes de Ucrania también son atendidas por el Concello y Accem, por lo que, en total, son 33 los hombres y mujeres recibidos en la ciudad y apoyados por la oenegé y el consistorio vigués. “Permanecemos atentos a todos los que vayan llegando para darles alojamiento tan pronto lleguen, que no se encuentren en la soledad absoluta”, manifestó el alcalde, que aseguró que también se les proporciona la información y el respaldo preciso para que puedan tramitar y conseguir el estatus de refugiado: “En Vigo, tenemos nuestra propia red de emergencia y estamos preparados para darles acomodo”.
Caballero recordó que los municipios, el Gobierno de España y la Unión Europea trabajan de forma coordinada para encargarse de los refugiados de Ucrania. En su intervención realizada el pasado fin de semana en la Conferencia de Presidentes, expuso que las urbes tienen preparadas las redes de acompañamiento. El regidor vigués avanzó que, desde La Moncloa, se estudia la apertura de un cuarto espacio –ya hay en Barcelona, Madrid y Alicante– para recibir a los refugiados.
Un vecino que cede una vivienda en Vigo: “Pagaré yo las facturas. Hay que ayudar”
Javier Domínguez, vecino de Moraña, es el propietario de una vivienda en la que habitan ocho refugiados de Ucrania: dos madres y seis menores. Es una casa de dos plantas con cinco habitaciones ubicada en el entorno de la avenida de Madrid. Se instalaron ayer tras llegar a Vilagarcía el domingo en un bus procedente de Varsovia (Polonia). “Hay que ayudar a estas personas, el momento es ahora. Se quedaron sin su vida de la noche a la mañana”, explica antes de destacar que se comunica con los nuevos inquilinos “gracias al traductor del teléfono móvil”. “Son muy agradecidos. Les pagaré yo las facturas”, asegura.
Domínguez detalla que la casa llevaba meses vacía, por lo que, el pasado fin de semana, su mujer y él se encargaron de prepararla para los refugiados, que, ayer a la mañana, reconocían estar “muy cansados” y no tener ganas de hablar.
La comida para estos días la trajeron desde Vilagarcía, procedente de las donaciones. “Vendré a visitarlos tres o cuatro veces por semana para ver si necesitan algo”, detalla. Irá solo de lunes a viernes y acompañado el fin de semana. Sus hijos están deseando pasar tiempo con la familia ucraniana: “Cuando les dijimos que no se instalarían en Moraña, sino en Vigo, llevaron un gran disgusto. Preguntan todos los días por ellos. En Moraña, tenemos espacio para algunas personas más”.
Dos menores ya cuentan con centro escolar en la ciudad
El paso de los días viene acompañado por el incremento de familias refugiadas de Ucrania que buscan escapar de la guerra. En un intento de vuelta a la normalidad, al menos para los más pequeños, desde la Consellería se ha facilitado un proceso de escolarización de carácter extraordinario para incorporar a los menores al sistema educativo. Así, fuentes de Educación precisan que son dos los niños que ya cuentan con un centro escolar en Vigo. La Xunta remitió a cada colegio e instituto un protocolo a seguir para que los niños no se vean afectados en su formación al tiempo que favorecen su integración lo más rápido posible.
Servicios como el transporte escolar y el comedor serán gratuitos. En el proceso, la comisión de escolarización, según la edad y capacitación del alumno, determina en qué centro y curso debe ser remitido y se le realiza también un seguimiento para conocer su evolución e integración. “La dirección del centro informará al Servizo Territorial de inspección de educación de los procesos y decisiones adoptadas en relación con la escolarización y proceso formativo del alumnado”, recoge la resolución publicada ayer por la Consellería para el proceso de acogida y escolarización de los escolares desplazados por el conflicto de Ucrania.
La jefa de estudios del CEIP Canicouva, Carlota Rey, asegura que los alumnos que proceden de otros países “suelen aprender muy rápido el idioma” y deja claro que la sociabilización es “fundamental” en el proceso de integración de los menores. Indica que lo ideal es que se trabaje con ellos desde el departamento de orientación aspectos sociales y emocionales, más allá de reparar en sus competencias curriculares. “Lo más importante no es la lengua, sino que la acogida sea lo mejor posible. Está bien que sepan el idioma, pero hay que tener en cuenta que es bueno que no pasen todo el tiempo centrados en ese cometido: deben relacionarse con sus nuevos compañeros”, asevera.
Una línea similar traza la jefa de estudios del CEIP García Barbón, Miriam Soares. Recuerda que los centros ya disponen de un protocolo de actuación para la integración de menores procedentes de otras comunidades autónomas o países. Concuerda con su homóloga en el colegio Canicouva en la necesidad de que el departamento de orientación centre su actuación en el plano emocional del pequeño. Destaca que el protocolo ya establece cómo enseñar el idioma: con la ayuda de profesores que ejercen de forma particular para lograr una mejor y más veloz evolución. “Anteriormente, ya hemos tenido casos en el centro”, anota.
Misma situación en los centros de enseñanza secundaria. La directora del IES de Valladares, Eva Iglesias, asegura que la acogida a los menores que lleguen desde Ucrania será lo mejor posible y se efectuará en cumplimiento de las directrices marcadas por Educación.
