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Adriana Páramo | Documentalista e investigadora

“Este documental es una forma de acercar la violencia obstétrica al público general”

Este sábado a las 19.00 horas, el Auditorio Municipal acogerá la presentación del cortometraje “Anatomia dunha serea”

La documentalista Adriana Páramo. | // CEDIDA

Adriana Páramo (Vigo, 1985) vuelve este sábado a su ciudad para presentar el documental Anatomía dunha serea, basado en el proceso creativo de la obra de teatro homónima de Iria Pinheiro. Pinheiro fue víctima de violencia obstétrica en un hospital del Sergas durante el parto y el posparto, pero acabó desistiendo de emplear la vía judicial por el elevado coste que conllevaba. Por eso decidió utilizar su arma: el teatro.

–¿Por qué decides grabar el proceso creativo de Iria Pinheiro con Anatomía dunha serea?

–El caso es que yo estoy haciendo un doctorado en Londres sobre práctica documental y género. En ese momento [2018] estaba investigando los procesos creativos por los que pasa una actriz creando un personaje. En ese momento leí por casualidad que Iria estaba haciendo una obra de teatro sobre violencia obstétrica y hasta entonces no había escuchado ese concepto. Entonces me di cuenta que este proyecto cubría las dos vertientes: género y proceso creativo. El impacto en mí fue tal que cambié el enfoque de mi doctorado hacia cómo se representa la mujer embarazada.

-¿Es un documental sobre violencia obstétrica o sobre la impunidad de ciertos delitos de la Adminsitración?

–Es una pregunta interesante. El documental va sobre cómo Iria, a través del teatro, denuncia la violencia que sufrió durante el parto. Hay algo muy importante en su obra y es la denuncia sobre estas situaciones que están normalizadas. No es un documental sobre este tipo de violencia en sí porque entonces tendría que haber entrevistado a expertas. Pero bueno, inevitablemente, ambos temas subyacen en el documental.

–Usted ha sido espectadora del proceso creativo de Pinheiro, pero, ¿cómo ha sido el suyo para crear el documental?

–Para empezar ha sido muy largo, comenzó en 2018. Con todo el material que fui grabando hice cosas para el doctorado y funcionó bien en el ámbito académico. Aún así, yo quería hacer un documental con todo ese material, no solo vídeos académicos o ensayísticos. Luego, gracias al apoyo de la productora Annabelle Mullen, conseguí darle el último empujón. Tenía claro que no quería hacer un documental típico de entrevista, más reportajeado. Luego la pieza de Iria es una parodia, por muy traumático que haya sido lo que vivió y eso me parece brillante. Por eso yo no quería hacer tampoco algo lacrimógeno. De ahí surgió la idea de meter animaciones. Pero como mucha gente no sabe lo que es la violencia obstétrica, quise aportar datos estadísticos sobre esta realidad desconocida.

–¿Qué se lleva usted a nivel personal de todo esta experiencia?

–Pues para mí ha sido mucho más que un proyecto audiovisual. Fue una ventana al mundo de la maternidad. Como mujer me ha tocado muchísimo, sentí rabia y me cambió en muchos sentidos. A nivel profesional me hizo plantearme cómo grabar sin victimizar a la entrevistada. Por ejemplo, en el documental yo aparezco reflejada en el espejo porque me interesaba integrarme en esa conversación, romper la jerarquía de la entrevistadora.

–¿Qué puede aportar este documental al público general?

–El gran logro sería acercar esta violencia al público general. Hacer que se siga conociendo, que se hable de esto y que se cuestionen estas situaciones abusivas que están normalizadas.

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