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Prisión para uno de los futbolistas detenidos por la brutal paliza de Vigo

El magistrado atribuye a este ourensano un delito de intento de homicidio | Su club de fútbol lo apartó del equipo hace unos días | El otro joven queda en libertad con cargos

El futbolista detenido, esta mañana, y en una imagen tomada en un partido de su equipo Pablo Hernández / Iñaki Osorio

Ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza por la presunta autoría de un delito de homicidio en grado de tentativa o, alternativamente, uno de lesiones agravadas con deformidad. Esta fue la medida decretada este martes por el titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo para uno de los futbolistas ourensanos detenidos por el caso de la brutal paliza ocurrida a finales del pasado mes de enero. El joven encarcelado, Gregorio G.R., de 26 años de edad y que también es monitor de gimnasio, sería, según las pesquisas policiales, el agresor que habría tenido una participación más activa en los puñetazos y patadas asestadas al herido que resultó con las lesionas más graves. El otro detenido, A.S.H., quedó en libertad con cargos. La causa sigue declarada secreta.

Los dos jóvenes de Ourense estaban bajo el punto de mira de la Policía Nacional de Vigo desde la pasada semana, pero no fue hasta este lunes cuando se desencadenaron las detenciones. Tras ser trasladados a la comisaría de Vigo, donde pasaron la noche en calabozos, a las ocho y media de la mañana de este martes, comparecían ante los agentes, acogiéndose a su derecho a no declarar. Ya seguidamente fueron trasladados en un vehículo policial a los tribunales olívicos para su pase a disposición judicial.

Brutal paliza de madrugada a dos jóvenes en el centro de Vigo

Brutal paliza de madrugada a dos jóvenes en el centro de Vigo R. V.

Gregorio G.R., presuntamente el principal agresor que se ve en el vídeo vestido con cazadora con capucha y pantalones negros, camiseta blanca y zapatillas Vans, optó de nuevo ante el juez por no declarar, decisión que según su defensa se debe al hecho de no conocer los indicios que pesan en su contra dado el secreto sumarial decretado. En coincidencia con lo que interesó la fiscal, el magistrado instructor decretó prisión preventiva para este vecino de Ourense, ingresando en el centro penitenciario pontevedrés de A Lama. Una de las abogadas del joven, Elena Fraga Paradela, explicó que entre los próximos pasos que darán en este procedimiento estarán el de presentar un recurso de reforma contra el auto de prisión, interesando la puesta en libertad de su cliente, y pedir en todo caso que sea trasladado lo antes posible al penal ourensano de Pereiro de Aguiar, “por cercanía” a su localidad de residencia y “por proximidad” a su familia. El joven encarcelado es jugador del Nogueira de Ramuín, club de fútbol de la categoría preferente del que ya fue apartado preventivamente la semana pasada tras conocer sus responsables que estaba siendo investigado por la Policía Nacional.

El segundo detenido quedó en libertad con obligación de comparecer cada 15 días

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Distinta suerte corrió el otro detenido. En su comparecencia judicial A.S.H., futbolista del Club Deportivo Cea, solo respondió a las preguntas de sus abogados, negando su participación en los hechos que se le atribuyen. El juez lo dejó en libertad, con la obligación de comparecer cada 15 días en los juzgados y atribuyéndole la supuesta autoría de un delito de lesiones agravadas. Sus letrados, Pablo Quintas Álvarez y Mónica Víctor Fortes, afirmaron que ahora están a la espera de que el magistrado levante el secreto que pesa sobre las actuaciones y de las próximas diligencias que se acuerden.

La agresión ocurrió el último fin de semana de enero, de madrugada y en pleno centro de Vigo, en la calle Hernán Cortés cerca de María Berdiales. Los heridos fueron dos jóvenes vigueses y las lesiones fueron especialmente severas en el caso de uno de ellos, que sufrió fractura nasal y pérdida de piezas dentales. Estuvo varios días hospitalizado. Este caso tuvo giros policiales ya que inicialmente fue detenido un vigués de 32 años que llegó a ingresar en prisión, pero que después fue excarcelado al descubrirse que era inocente y había sido identificado por error. Este joven aún aguarda que se archive definitivamente la causa con respecto a él.

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