Vuelven las luces, la noria, el muñeco de nieve gigante, los villancicos, la cabalgata... Y vuelve –un retorno mucho más excepcional– el mercado de A Pedra. Los comerciantes del recinto del Casco Vello quieren aprovechar el gancho de la Navidad para reactivar uno de los espacios más emblemáticos y que también mayor número de avatares ha afrontado a lo largo de los últimos años. Desde que en octubre de 2014 la “Operación Cuarzo” desplegó una redada contra la venta de marcas falsificadas, el mercado de A Pedra ha intentado reensamblarse en varias ocasiones sin llegar a dar con la tecla. El largo precinto judicial de parte de los puestos primero y problemas internos más tarde mantuvieron “noqueado” durante años el recinto. Ahora, tras desenrocar su situación y ponerse al día con el canon local, sus responsables quieren que A Pedra disfrute al fin de una segunda vida.
Los comerciantes apuran la puesta a punto del recinto con el objetivo de poder abrir las puertas en cuestión de días, el próximo viernes, víspera del encendido de las luces de Navidad. El colectivo, explica su representante, Alfonso Méndez, mantiene el proyecto que presentó hace ya meses: sus planes pasan por que A Pedra se especialice en la venta de textil y complementos, aunque sin la antigua división por puestos, que dará paso ahora a diferentes corners. El recinto incorporará también un espacio gastronómico, dedicado a la venta de productos de la comarca y Galicia. Aunque tendrá una pequeña área reservada para consumirlos en el propio mercado, su apuesta principal será por la venta. El colectivo, integrado por alrededor de una decena y media de comerciantes, está pendiente ahora de la llegada de las diferentes mercancías.
Dentro del propio mercado se apuran flecos también con la vista puesta en la inauguración de finales de la próxima semana. La reactivación de la parte superior del mercado, la que sufrió de forma más directa y prolongada el efecto de la macrorredada de 2014, completará la oferta de la planta baja, donde hay varios negocios. Hasta su cierre el mercado era uno de los grandes motores comerciales de la parte baja del Casco Vello.
