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Más de medio millar de personas aprovechan el primer día de vacunación sin cita en el Ifevi

Personas esperando a ser vacunadas, ayer, en el Ifevi. PABLO HERNÁNDEZ GAMARRA

De todas las edades –incluso, por encima de 80– y por los más diversos motivos, centenares de personas acudieron ayer al Ifevi ante la posibilidad de vacunarse frente al COVID-19 sin necesidad de cita previa. La respuesta, eso sí, se quedó lejos de las 8.000 dosis que había aguardando por ellos.

Asistieron a la llamada curados que aún no habían sido citados, personas que nunca recibieron notificación, desplazados o extranjeros con dificultades para que los inmunizaran o gente que cambió de opinión, entre otros

La mayoría de las personas sin cita se concentraron en las primeras horas de la jornada y los seis puestos de vacunación que había preparados resultaron insuficientes.

A media mañana, las colas superaban las dos horas de espera. La coordinación del dispositivo sanitario en el recinto ferial reaccionó rápidamente contactando con enfermeras para reforzar los puntos de inmunización y las colas se agilizaron antes de las 13 horas.

Juan Carlos Vázquez - 42 años FdV

“Pensaba que por la mañana iba a haber menos gente, pero llevo ya dos horas”

Juan Carlos Vázquez - 42 años

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“Pensaba que por la mañana habría menos gente, pero ya llevo aquí dos horas”, contaba Juan Carlos Vázquez, que, en realidad, acudió en el peor momento. Este hombre de 42 años se contagió de COVID en marzo. Menos por una visita a Urgencias, lo pasó en casa con fiebre, falta de oxígeno, “miedo e incertidumbre”. Hasta hace poco, no se podían vacunar hasta pasados seis meses. Ahora ya no, pero aún quedan curados sin llamar. Muchos de los que ayer acudieron al Ifevi estaban en esta situación.

Más perfiles

Los desplazados o los extranjeros fueron otros de los más habituales ayer en el recinto ferial, según explican desde la organización. Para poder acceder a la inmunización hay que demostrar que residen en Galicia –mediante empadronamient, contrato de alquiler o laboral...– y cubrir un formulario. Pero ayer, por primera vez, no hacía falta que acreditaran nada. Solo los desplazados de otras comunidades debían mandar un mensaje al Ministerio de Sanidad para que quedara registrado su pinchazo.

Además de gente que no disponía de tarjeta sanitaria y de curados del COVID, la mayoría de los casos que la enfermera Beatriz Montenegro había pinchado en las primeras horas de la mañana era gente a la que nunca le había llegado la notificación para vacunarse.

Joaquín Palacín con su hijo de 15 años FdV

“Tuvieron un error con los datos y no le avisaron cuando le tocaba”

Joaquín Palacín con su hijo de 15 años

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Como Óscar, el hijo de 15 años de Joaquín Palacín. “Tuvieron un error con los datos y no le avisaron para vacunarse”, cuenta. Se pusieron en contacto con el Sergas cuando vieron que ya habían contactado con todos sus compañeros. Su madre es funcionaria y, por tanto, beneficiaria de una mutua. Los problemas con el traslado de datos desde estas entidades al servicio sanitario público han sido habituales en la campaña de vacunación frente al COVID-19. Subsanado el problema con los datos de Óscar, aún no le habían citado, por lo que vieron la oportunidad en la convocatoria sin cita de ayer en el Ifevi. “Lo ideal habría sido que empezara las clases con las dos dosis, pero cuanto antes mejor”.

Los había también que no acudieron en su momento porque les cogió fuera. Fue lo que le pasó hasta en dos ocasiones a Yahaira González, de 36 años. “Como te avisan con tan poco tiempo...”

Jesús González Fernández - 64 años FdV

“Cuando llamaron estaban poniendo AstraZeneca y las noticias no daban"

Jesús González Fernández - 64 años

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Y los que recapacitaron. A algunos, como A Jesús González, les ha convencido el requisito del certificado de vacunación para algunas cuestiones. “Lo exigen para todo”, señala y añade: “Estuve de viaje condicionado por no tenerlo”. La primera vez que le citaron, este hombre de 64 años no vio el mensaje. La segunda, estaban poniendo AstraZeneca y “las noticias no daban mucha confianza”.

María Olga Penela - 63 años FdV

“Tengo algo más de confianza después de que toda la familia se vacunara”

María Olga Penela - 63 años

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El mismo motivo sembró de dudas a María Olga Penela, de 63 años, por otro problema de salud. “Por dos veces me llamaron y la rechacé”, admite. Es su entorno el que la ha convencido. “No tengo mucha más confianza ahora, pero algo sí después de que se vacunara toda la familia, incluso los nietos. No voy a ser la oveja negra”, cuenta y bromea con que le van a hacer una fiesta.

Los que entraban directamente sin esperas fueron los que acudían tras haber solicitado una autocita o repescados –se esperaba a 1.900–. En este último caso estaba Borja González, de 22 años, al que la segunda dosis le coincidía de viaje. O Carlos Díez, que tras sufrir el COVID en marzo y aún con “desconfianza” , ayer se la inoculaba “por respeto”.

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