A los 90, alegría y paciencia

Y ahí tenéis a Tere Penelas en el centro de esta entente familiar, que pese a las distancias trabajos, COVID… ha conseguido juntar a todos los suyos, desde hijos a bisnietas, este fin de semana para celebrar su 90 cumpleaños. ¿Y dónde los veis? Pues en ese corazón de La Ribeira Sacra, en Amandi, que representa la esencia de una tierra única y en ese balcón de maravillosas vistas de la bodega Regina Viarum, de Horacio Gómez. Ahí por los cañones del Sil de donde su familia es oriunda. Les ha prometido que si llega al centenario lo celebrarán en globo. Orgulloso estaría Pepe. ¡FELICIDADES!

Querido Manolito Soler:

¡Manolito Soler! ¿Quién, entre los vigueses con canas y con memoria, no recuerda ese nombre? Fue un hombre querido en todo Vigo, al que le tocó vivir la incomprensión de la homosexualidad de la España anterior, y un gran artista nacido en la Rúa Alta que actuó en conocidos cabarets de Barcelona, en los de Vigo... Manolito Soler, a voz que acaricia, así se anunciaba para su actuación. Pues bien, hay quienes piensan y están ya urdiendo un plan, proponer para él una calle en Vigo, lo cual también sería un reconocimiento de la ciudad a todos los que sufrieron la incomprensión por su orientación sexual. Y bien que la sufrieron. La idea le surgió a Manolo Seoane, el expresi del Rápido de Bouzas y muchas cosas más que aquí no caben, cuyos padres querían mucho a Manolito. La cosa fue así. Estaban celebrando el éxito del Trofeo Concello de Vigo de Piragüismo en una mesa de la cantina de la ETEA: el concejal Manel Fernández, Zulema Prado, Carlos Pérez, Javier Herrera... y estaba hablando Manel.

La trama del asunto Soler

En esos momentos alguien comienza a hablar de la procedencia de cada uno y se dieron nombres de gente nacida en el barrio viejo como Soler: Juncal, Picher, Baena, Julio Seoane, Sergio González, el mismo Seoane y el concejal Manel.. . En eso, le dice Seoane a toda mesa: ¿Por qué no hacemos a Manolito Soler el reconocimiento que se merece y proponemos a la Corporación una calle a su nombre? Y ya os aviso yo: hay un grupo que está iniciando los trámites, y quien escribe esto entre ellos. ¡Ya os contaremos! La gente se apunta.

¡Qué calle, la Manolito Soler!

¡Qué bien suena, calle de Manolito Soler! Si nombran esa calle y tuviera dinero me compraría un piso en ella. No voy a hablar mucho más de este vigués que siempre llevó el nombre de la ciudad en bandolera porque preparo una columna de más atrevimiento para un próximo dominical, pero creo recordar que no tuvo muy felices años antes de su muerte, que estuvo un tiempo bajo la tutela de esa Karina Falagan cuya generosidad pocos conocen, oscurecida por otras facetas suyas y que tuvo su historia artística en alguno de los cabarets barceloneses tolerados por el franquismo. Nació demasiado pronto, su vida hubiera sido mucho más feliz en la España democrática. En Manolito Soler hay un Vigo entrañable, nocturno, artístico, festivo y al tiempo doloroso.