Cuando el Servicio de Oncología Radioterápica lo incorporó, hace quince años, era “el último grito” en aceleradores lineales –un Siemens Oncor–. Con él, el Chuvi pudo introducir la intensidad modulada en sus tratamientos de radioterapia, la técnica estándar hoy en día y con la que se administran de una manera más precisa las dosis de radiación al tumor. Tras pasar por esta máquina unos 7.500 pacientes, ayer comenzaba su demontaje para dar paso a la tecnología más avanzada ahora en el mercado.

Y es que los progresos en este campo no paran. El jefe del servicio, el doctor Víctor Muñoz, explica que si una sesión con este acelerador duraba en un principio entre 40 y 50 minutos, con el nuevo se van a recortar hasta los 7. Se trata del modelo Vital Beam, que la empresa pública Galaria –que gestiona este servicio para el Chuvi– prevé que esté en marca en el primer trimestre del próximo año. Con él se completa la renovación de las cuatro máquinas de radioterapia del Hospital Meixoeiro, que se inició en 2015. Galaria destaca que Vigo será el área “con mejor dotación oncológica de Galicia”.

El nuevo acelerador les permitirá “mejorar las técnicas, agilizar los tratamientos y usar más la intensidad modulada”, resume el doctor Muñoz. Explica que uno de los avances es que permite realizar TAC volumétricos en el momento, con lo que, además de ganar precisión, también se mejora en los márgenes de seguridad por la mejor visión que obtienen tanto del volumen a tratar como del que hay que proteger. Al obtener imágenes diarias, también pueden observar la respuesta –si se reduce en tamaño– y ajustar así el tratamiento en función de la respuesta que están obteniendo. Se llama radioterapia adaptativa en volumen. Otra de las ventajas de este equipo es que permite realizar tratamienos de radiocirugía corporal. Hasta ahora solo había una máquina adaptada a ello.

En los meses en que tarde en entrar en funcionamiento se recurrirá a prolongaciones de jornada de noche o fines de semana para que se pueda absorber la demanda con las otras tres máquinas. El servicio trató con radioterapia el año pasado a unas 2.300 personas. Una cifra que sube un 6% cada año, principalmente, por el envejecimiento de la población. En cambio, los avances en la tecnología permiten bajar el número de sesiones.