Alén Space valida la carga útil diseñada para el satélite inaugural de la primera constelación española mediante terminales instaladas en Galicia y Cataluña. Gracias a estos dispositivos de prueba, que también han sido desarrollados por la empresa viguesa, los ingenieros ya han podido comprobar que su tecnología permitirá a la compañía Sateliot, la promotora del proyecto, ofrecer servicios de internet de las cosas (IoT) con cobertura 5G a sus clientes.
El nanosatélite fue lanzado al espacio el pasado 22 de marzo desde Baikonour y tras superar durante varios meses la fase de commissioning para verificar el correcto funcionamiento de todas sus partes, desde el hardware a los sistemas de comunicaciones y la propia carga útil, ya se han realizado con éxito las primeras demostraciones en órbita.
“Hemos podido comprobar que todo funciona según lo previsto. Las pruebas de concepto nos permiten asegurarnos de que las señales transmitidas son detectadas y decodificadas por dispositivos en tierra y que los mensajes enviados desde esos dispositivos también llegan perfectamente al satélite y posteriormente a los usuarios finales”, explica Isolina Pérez Donnelly, responsable de ventas de Alén Space.
Sateliot quiere empezar a ofrecer este servicio comercial a los operadores de telecomunicaciones en 2022 y las pruebas con los terminales en tierra permitirán a los ingenieros de Alén Space realizar “un análisis detallado de esos servicios 5G IoT durante toda la vida útil del satélite”, además de recopilar información para desarrollar la carga útil del resto de CubeSat de la constelación.
La empresa catalana, que realizará una inversión total de 100 millones de euros, prevé seguir desplegando nanosatélites hasta alcanzar el centenar en 2025. El sistema pionero desarrollado por Alén Space para unir el espacio y las comunicaciones 5G IoT permitirá a los operadores ofrecer a sus clientes servicios para la localización y monitorización de animales, el control de cultivos o la gestión de infraestructuras energéticas, así como para garantizar el intercambio seguro de información.
Ésta es la quinta misión que Alén Space lanza con éxito al espacio y sus excelentes resultados a pesar de su corta edad –nació como spin-off de la UVigo en 2018– ya la han llevado a colaborar con las grandes agencias y organizaciones espaciales del mundo. La última en establecer contacto ha sido la Agencia Espacial Indonesia (Lapan).
“Por ahora, lo que podemos avanzar es que le hemos proporcionado varias cargas útiles de comunicaciones como parte de una colaboración más amplia. Estamos cooperando también en otras áreas de trabajo y en los próximos meses esperamos poder dar más detalles”, avanza la responsable de ventas.
Pérez Donnelly destaca que Lapan es “una gran agencia espacial” y que un país como Indonesia con más de 270 millones de personas tiene un “enorme potencial” para el sector del NewSpace. “Estamos convencidos de que pueden sacar mucho provecho de las potencialidades que ofrecen las misiones en el espacio y estamos encantados de poder ayudarles con nuestra tecnología”, destaca.
“Para nosotros es importante seguir abriendo nuevos canales de colaboración con agencias y empresas de todo el mundo. En Europa estamos trabajando en varios proyectos de la ESA. La pandemia no nos ha impedido conseguir nuevas colaboraciones internacionales, que nos han ayudado a crecer”, añade.
También las instituciones con las que han trabajado vuelven a confiar en ellos para nuevos proyectos como Alfa Crux. “Tenemos muy buena relación con la Universidad de Brasilia y la Agência Espacial Brasileira (AEB) desde hace tiempo, ya que nuestro equipo colaboró con ellos en la misión Serpens”, recuerda. El satélite brasileño tendrá como objetivo desarrollar investigaciones en el campo de las comunicaciones IoT y estudiar los efectos del clima espacial en las comunicaciones vía satélite en latitudes ecuatoriales. Mientras tanto, la start-up viguesa avanza en otras colaboraciones como el proyecto Shipmate, junto con Egatel y Gradiant, para digitalizar las comunicaciones marítimas mediante un innovador estándar, VDES, que puede suponer “una revolución para el sector naval”. Y ya han entregado al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), dependiente del Ministerio de Defensa, el sistema de comunicación entre los cuatro nanosatélites de la futura constelación Anser: “Permitirá una comunicación directa en órbita de hasta 100 kilómetros de distancia. Es una misión muy interesante que va a permitir vigilar a calidad del agua en embalses y pantanos españoles, además de estudiar el aumento de los gases de efecto invernadero y la radiación solar afectan a nuestro planeta”.
La misión brasileña Alfa Crux, en tiempo récord
La empresa Alén Space desarrolla otro CubeSat para la Universidad de Brasilia dentro de un proyecto que cuenta con el apoyo de la Agência Espacial Brasileira (AEB) y la Fundação de Apoio a Pesquisa do Distrito Federal. Los ingenieros vigueses son proveedores de todo el satélite, incluida la carga útil Tótem SDR, uno de sus “productos estrella,” y ya está en marcha la fase de integración de los distintos componentes. “Pronto haremos las pruebas de vibración y termovacío para asegurar que el satélite se adapta bien a las condiciones que se va a encontrar en el espacio. Si se cumplen las previsiones, contamos con tenerlo listo para ser lanzado este año, cumpliendo la misión en un tiempo récord de 8 meses”, subraya Isolina Pérez Donnelly. Alén Space también es la proveedora de la estación terrena para el seguimiento de satélites que ya se ha instalado en la Universidad de Brasilia. Y desde hace varios meses está capacitando a un equipo de estudiantes de aquel país gracias a su programa de formación especializado (Hands-On Training Programme).
