La aviación comercial sufrió un importante parón en su actividad con la llegada del COVID-19. Los cierres de fronteras afectaron directamente a los vuelos regulares y las restricciones todavía se dejan notar. Una situación que ha dado un fuerte empujón al uso de jets privados, que permiten a las grandes fortunas protegerse de la pandemia. En el aeropuerto de Peinador los vuelos privados ejecutivos, es decir, de personas, se han disparado entre el 30 y el 40%, sostiene Jaime Comeseña, gerente de operaciones de Aviation Handling S.L. La compañía, con sede en el aeropuertos vigués, ofrece servicios handling y transporte VIP a usuarios de aviones de pequeño y mediano tamaño que llegan o salen del aeródromo vigués. Su servicio incluye limpieza de las aeronaves, transporte para tripulaciones o viajeros, suministros...
La empresa no tiene flota propia pero está especializada en proporcionar vuelos privados a particulares, empresas y organizaciones. “En Vigo no hay empresas con aviones privados propios, operamos con las grandes de Madrid y otros puntos de España. En Peinador tenemos una media de un vuelo diario privado, bien de carga o de pasajeros. Estos últimos rondan los 150 aviones en el último año y el aumento roza el 40%, tanto en el uso de jets de propiedad privada –que también se usan más por el COVID–, como de jets de alquiler”, incide Comesaña.
El alquiler de un jet privado para cuatro personas puede costar 7.000 euros para un viaje Vigo-Madrid. En función del tipo de avión y el número de plazas, los precios pueden ir desde algo más de 3.000 euros la hora hasta cifras sin tope en función de los lujos que se requieran a bordo.
La ventaja de la aviación privada, apunta, es la exclusividad. “Los propietarios de un jet son personas con mucho dinero que no quieren viajar acompañados ni perder tiempo. Su perfil es de personas acostumbradas a disfrutar de una servicio propio que no conciben otra forma de viajar”, apostilla.
Además de no compartir avión con desconocidos, lo que reduce el riesgo de contagio, los privilegios de estos vuelos incluyen terminales privadas en los aeropuertos, sin aglomeraciones ni colas de espera. En cuanto al servicio, disponen de teléfono satelital, auxiliar de vuelo personal, restricciones mínimas de equipaje y también de elegir el menú y las bebidas, de acuerdo con la cartera del que viaja a bordo. Además , se pueden llevar mascotas.
El uso de aviones privados sigue al alza. Además de las grandes fortunas, el perfil de usuario que alquila un jet privado en Vigo incluye grupos familiares pero, sobre todo, grandes empresas que utilizan la aviación privada para el desplazamiento y aprovechamiento del tiempo de sus ejecutivos.
“Pueden tener una reunión en Sevilla por la mañana, otra a mediodía en Girona y quieren regresar a Vigo a dormir.”
Pero también se han realizado evacuaciones y traslados sanitarios. Uno de los últimos lo contrató una empresa pesquera, que envió un jet privado a Noruega para recoger y trasladar a Vigo a un pescador que había resultado herido.
Uno de los casos más mediáticos fue el de cuatro enfermeros ourensanos que alquilaron un avión para hacer dos oposiciones en un día. Por la mañana en Madrid y por la tarde en Silleda. Tres de ellos consiguieron plaza.
En Peinador aterrizan los jets privados de millonarios como los mexicanos Vázquez Raña cuando visitan su Ourense natal o de deportistas como el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del Chelsea, que en mayo regresó a casa desde Vigo tras el partido con el Porto.
Pedida de mano sobre Cíes a 160 euros un vuelo de media hora
Surcar los cielos vigueses en avioneta es una de las ofertas turísticas que cobra cada vez más fuerza. Celebración de cumpleaños, pero también pedidas de mano marcan estos bautizos de aire que ofrece el aeroclub Aerocelta que opera desde el aeropuerto vigués a precios asequibles. El vuelo de media hora para tres personas, que permite llegar a la vertical de las islas Cíes y volver, cuesta 160 euros. Si se prefiere una excursión aérea de una hora recorriendo las Rías Baixas, desde Arousa a A Baiona, el precio para tres personas asciende a 250 euros. “Hemos tenido varias pedidas de mano en el aire, la última hace apenas tres días. Pero también nos hemos convertido en uno de los regalos de cumpleaños que están de moda ahora”, explica Armando González, uno de los responsables de la iniciativa.
Formación de pilotos
Además del ocio, la formación de pilotos es la otra ‘pata’ de Aerocelta. “Impartimos en Vigo tres cursos –piloto privado de avión, habilitación para vuelo VFR nocturno y curso de piloto de drones (RPAs)–”. Además, los socios del aeroclub pueden disponer del avión del club para realizar todos los tipos de vuelo para los que se encuentren habilitados Especialmente orgullosos se muestran del curso VFR-N que permite volar de noche en condiciones de vuelo visual. “Pocas escuelas pueden impartirlo, pero nosotros estamos en el aeropuerto de Peinador y como está operativo por la noche, nos permite dar las clases”, incide Armando González.
