¿Avión o barco? Las dos cosas. El nuevo concepto náutico que promete revolucionar el mercado de los superyates iba a haberlo hecho en 2020, pero la pandemia ralentizó su fabricación. Se trata de un buque que quiere dar las prestaciones de un avión, o lo que es lo mismo, aunar náutica y aviación. Se trata del Codecasa Jet 2020, que cambiará su nombre en consonancia con el año en el que finalmente vea la luz.

El alquiler de yates de recreo se incrementó durante la pandemia según los datos de la ANEM (la Asociación Nacional de Empresas Náuticas), al contrario que ha sucedido con los aviones comerciales, cuyas entregas se redujeron en un 20,4% en 2020.

La venta de jets privados ha sufrido pero se está recuperando. Según Finantial Times el sector del jet privado se ha visto muy afectado, pero menos que los operadores de vuelos comerciales. A nivel mundial, los vuelos comerciales bajaron un 66% entre el 1 de marzo y principios de septiembre con respecto al mismo período del año anterior, según cifras de WingX Advance, la compañía de datos de aviación. Mientras tanto, los vuelos en aviones privados bajaron solo un 33% y hacia el final de ese período comenzaron a recuperarse, triplicándose en número desde el punto más bajo en abril.

Sin embargo, el director general de WingX Advance, Richard Koe, dijo que las tendencias de recuperación han comenzado a caer desde mediados de septiembre, lo que indica que “los vuelos de placer están disminuyendo y hay pocos viajes corporativos o de negocios para cubrir el vacío”.

Diseño en vista aérea del yate-avión de Codecasa Codecasa

NetJets, el principal operador de aviones privados, dice que las consultas de ventas de estos aviones han aumentado constantemente desde marzo. “Los viajeros están dando prioridad a su salud y seguridad”, dice Patrick Gallagher, presidente de Ventas y Marketing de NetJets. “Ahora tenemos el triple de nuevos propietarios que teníamos a estas alturas el año pasado”.

“El mayor aumento se produce en el uso personal. Normalmente, aproximadamente la mitad de nuestros propietarios viajan solos o en grupo por negocios”, añade Gallagher. “Lo que estamos viendo hoy, sin embargo, son predominantemente viajes unipersonales de gente que viaja para ver a sus seres queridos, se mudan de una casa a otra o buscan escapar de cualquier lugar donde hayan estado confinados”.

En el sector náutico la pandemia se palpó con tendencias similares: el COVID-19 azotó a las pequeñas empresas de alquiler de navíos pero favoreció a las de embarcaciones de recreo, especialmente a las que ofertaban opciones más lujosas, muestra de la desigualdad que siega a las sociedades en tiempos de crisis.

La venta, sin embargo, se desplomó, según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEM). La matriculación de embarcaciones nuevas en España cayó un 43% hasta junio de 2020. En julio y agosto los chárter adquirieron protagonismo. Antes de la llegada del coronavirus ya estaba presente esta tendencia, que se acentuó tras la pandemia. Alquilar un yate de lujo se ha convertido en una tendencia.

El nuevo yate que se convierte el avión

El yate-avión de Codecasa Codecasa

El "superyate" tiene 70 metros de eslora y 20 de manga. Su diseño se basa en la fusión de los vehículos aéreos con los navales en una escena en la que triunfa la transversalidad. Un nicho de la industria del motor innova bajo la máxima de que ya nada es lo que parece. Así lo demuestran los vehículos anfibios, el yate de 800 millones de euros que se convierte en submarino, o el autobús que se convierte en barco para cruzar las rías por tierra y mar.

La iniciativa de crear un yate de lujo con aspiraciones de jet privado se gestó en el astillero italiano Codecasa y la idea nace de la mente del propio Fulvio Codecasa, ilustre personalidad italiana y propietario del astillero.

Codecasa Jet 2020 tiene la forma de un avión e incorpora muchas de sus características estilísticas: la proa tiene la forma de la nariz de un avión, la sección delantera se inspira en la cabina de un piloto y las ventanas de todo el casco son muchas y redondeadas. La quilla del barco está muy lejos de la tendencia actual de diseños diáfanos que dialogan con su exterior. Este barco quiere ser un jet y también parecerlo, por eso sus soluciones arquitectónicas se adaptan a su misión: "establecer una nueva tendencia en la industria".

La estética del yate no le resta confort y bienestar: tiene una gran terraza, una piscina de 6.00 metros x 2.00 metros, una tumbona, un gimnasio y un "beach club" con su propio ascensor.

El área de proa de la cubierta principal está completamente dedicada a la suite del propietario, mientras que los invitados se alojan en los cuatro suntuosos camarotes en la cubierta inferior cuya área delantera está ocupada por los cuartos de la tripulación. La cabina del piloto, entonces, ubicada en la cubierta del puente, es cómodamente servida por otro elevador que conecta las tres cubiertas y está directamente contigua, a través de un corredor, a la cabina del capitán.

El sector aéreo y el náutico se unen Codecasa

En un juego continuo de suspensión y equilibrio entre las olas y las nubes, el yate está provisto de un helipuerto para un helicóptero de tamaño medio / grande en la popa y con un área de doble oferta en los laterales en el centro, con entradas de aire que recuerdan un motor a reacción.

El superyate sostendrá antenas de radar instaladas dentro de domos de fibra de carbono "en el estilo típico de los aviones AWACS", según un comunicado de Codecasa, en referencia a los radares de largo alcance del Sistema de Control y Advertencia Aerotransportada a menudo desplegados para operaciones militares.

El Codecasa Jet 2020, el astillero espera que se convierta en el buque insignia de Codecasa, que fue fundado por Giovanni Battista Codecasa en 1825.

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El concepto poco convencional es el último de una serie de proyectos innovadores de superyates que se anunciarán en los próximos meses a medida que los diseñadores y astilleros continúan empujando los límites lo más posible. En 2019, por ejemplo, la arquitecta naval Elena Nappi anticipó un modelo de barco híbrido que se transforma en un submarino. Por otro lado, el estudio de diseño italiano Officina Armare está trabajando actualmente en un megayate que se inspira tanto en naves navales como en naves espaciales.

De momento se intuye que el Codecasa Jet cumplirá con todos los estándares de lujo requeridos a una embarcación de sus características pero no, no puede volar, aunque desde el helipuerto de su cubierta sus propietarios podrán escaparse a tierra firme volando cuando se les antoje.