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Más de la mitad de los enfermos con COVID que están en las UCI de Vigo no se habían vacunado

Sanitarios atienden a un paciente en la UCI del hospital Álvaro Cunqueiro.

Los profesionales sanitarios de la ciudad no han podido bajar la guardia prácticamente desde la primera ola. Ahora, año y medio después del inicio de la pandemia, siguen teniendo que hacer frente a una importante presión asistencial. Es más, los centros sanitarios tienen en la actualidad la mayor cifra de enfermos con COVID ingresados: 72. Preocupa especialmente la exigencia a la que están sometidas las unidades de críticos. En el Álvaro Cunqueiro hay ocho enfermos en la UCI COVID y en Povisa dos. Y la prueba de que la vacuna es clave para evitar que las personas que cojan el virus desarrollen un cuadro clínico grave es que siete de esa decena de pacientes que están en las UCI viguesas no han recibido la inyección contra el virus. Las circunstancias que rodean cada caso no obstante son muy distintas.

En el Cunqueiro hay dos menores de 25 años ingresados. Uno de ellos, de solo veinte, lleva unas dos semanas, desde que fue hospitalizado por una neumonía bilateral provocada por el virus. En este caso, no le tocaba todavía vacunarse, al igual que a la joven que también está en la UCI del Cunqueiro y que tiene 24. Esta última ha sido trasladada desde el hospital de Ourense ya que necesitaba la técnica ECMO, un sistema de oxigenación extracorpórea que da soporte al corazón y a los pulmones cuando estos órganos no funcionan y que está disponible en la unidad de críticos del Cunqueiro. Estos dos jóvenes hacían vida normal y apenas tenían patologías previas, lo que deja claro el peligro que supone contagiarse sin haber recibido todavía la vacuna.

Entre el resto de pacientes que están en la UCI del Cunqueiro hay uno de algo más de cuarenta años y otros dos que superan los sesenta que tampoco han recibido la vacuna. En estos casos se desconoce el motivo concreto, aunque por edad ya les correspondería. Según pudo saber FARO, uno de ellos incluso se negaba a ser intubado, pero su estado era tan grave que finalmente los médicos tuvieron que conectarlo a un respirador artificial. Ninguno de los pacientes que están en la UCI del Cunqueiro, no obstante, supera los setenta años. Los dos que están en Povisa tienen entre sesenta y setenta, y tampoco están vacunados.

Algo muy distinto sucede en las plantas de los hospitales vigueses. La media de edad de los pacientes ingresados en el Cunqueiro, por ejemplo, se sitúa en torno a los 74 años, y hay enfermos que superan los ochenta. Esta circunstancia preocupa a las autoridades sanitarias porque hasta hace no mucho la media de edad de los pacientes COVID que necesitaban ser hospitalizados era considerablemente más baja.

La buena noticia que dejó el último balance epidemiológico presentado por el Sergas es que en el área sanitaria de Vigo hay menos de 3.000 casos activos por primera vez en el último mes, gracias a las más de trescientas curaciones registradas en solo 24 horas, que lograron amortiguar los 159 nuevos contagios detectados tras realizarse un total de 1.351 pruebas PCR.

EL BROTE DEL CAPD DE CHAPELA SUMA NUEVOS POSITIVOS


El virus no da tregua al Centro de Atención a Personas con Discapacidad (CAPD) de Chapela, en Redondela. La Consellería de Política Social informaba este jueves de once nuevos contagios, la mayoría de los cuales ya habían dado positivo previamente en pruebas de antígenos y ahora lo hicieron en las PCR. De esta forma, el brote originado a inicios de esta semana en este centro redondelano afecta ya a 48 usuarios, además de al menos a ocho trabajadores. Las personas infectadas están aisladas en la primera planta, los sanos han sido trasladados a la tercera y se ha dejado la segunda como zona de observación.

Afortunadamente, gracias a la inmunización lograda con la vacuna, los infectados apenas presentan sintomatología alguna y ninguno ha necesitado ser ingresado en el hospital. Las buenas noticias en cuanto a las residencias llegaban desde el Hogar San Rafael de Vigo. La Xunta informaba ayer de la curación de cinco de los usuarios que habían dado positivo, por lo que los contagios se reducen ahora a nueve. Al igual que sucede con el CAPD de Redondela, todas los residentes del Hogar San Rafael están vacunados, por lo que están pasando la enfermedad de forma leve. Respecto a los geriátricos de la ciudad, no hay novedades: sigue habiendo tres contagiados en la residencia Santa Marta y uno en el centro DomusVi Salesas.

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