El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Pontevedra celebró ayer la vista oral por la impugnación de las elecciones de 2018 al Colegio de Enfermería por parte de la lista que cayó derrotada frente a su presidente las últimas tres décadas, Carlos Fernández; actualmente en prisión provisional por presuntas irregularidades en la gestión del órgano colegial.

El voto por correo y el censo electoral centraron el juicio. Por un lado, los recurrentes alegan que el proceder de Fernández fue ilegal ya que, según varios enfermeros que acudieron como testigo, Fernández acudió “personalmente” a los PACs y centros de salud a solicitar el voto “contraviniendo la normativa de los estatutos”, que incide en que debe ser el colegiado quien acuda al Colegio a solicitar dicho voto y presentarlo en Correos.

A mayores, también detectaron “irregularidades” en el censo electoral. Y es que según los estatutos, solo están llamados a votar aquellos enfermeros que estuvieran colegiados antes de conocerse las listas electorales. A este respecto, inciden los recurrentes que se detectaron casos de personas que fueron censadas en días previos a las elecciones y que sí habría votado. “Buscamos impugnar los resultados en sí en base a la circunstancia que todo lo que se hizo es irregular”, inciden.

El presidente de la mesa electoral y la secretaria también testificaron ayer. Solo restan las conclusiones que serán presentadas por escrito.