Junto a los juicios por despidos, recursos a las multas por saltarse el confinamiento, monitorios por deudas o concursos de acreedores de empresas y personas físicas, uno de los pleitos que se presuponía iba a despuntar a consecuencia de la pandemia eran los divorcios. Nada más lejos de la realidad. Curiosamente, la tendencia a la baja en estos procedimientos de Familia se ha mantenido con respecto a otros años; no así en cuanto a los acuerdos rubricados en los convenios o sentencias de divorcio.
Y es que las demandas relacionadas con los hijos como modificación de medidas, régimen de visitas, pensión alimenticia o incluso guardas y custodias del menor suman tanto trabajo en los tres juzgados de Familia de Vigo como las propias disoluciones matrimoniales. Así, mientras el 2020 se cerraba con 651 separaciones y divorcios y 307 modificaciones de medidas, ahora, en los tres primeros meses del año, se han registrado 203 demandas por rupturas y 178 modificaciones de medidas, disparando los conflictos relacionados con los hijos menores, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
“No se contempla en la ley recuperar las visitas perdidas, pero creo que es cuestión de Justicia”
Uno de los motivos que todavía sustentan estos problemas entre progenitores fue el confinamiento. Lejos queda estos meses de encierro domiciliario, pero los juzgados empiezan a ser testigos ahora de su repercusión en los excónyuges. “Han crecido mucho las modificaciones de medidas tanto en lo relativo a bajar o incluso extinguir las pensiones de alimentos y también las compensatorias; pero una cuestión bastante frecuente es el tema del régimen de visitas, la compensación en cuanto a las visitas no disfrutadas por el confinamiento”, explica Isabel Olcina, abogada experta en Derecho matrimonial y de Familia. “En su momento se hizo una regulación especial durante el Estado de Alarma. Pero ahora, al finalizar, ahora las estamos incluyendo en las demandas de jurisdicción voluntaria o ejecuciones cláusulas para intentar que estos padres que no pudieron disfrutar de sus visitas sean ahora compensados”, apremia la letrada.
Precisa, a mayores, que al no estar, por lo tanto, recogida esta excepcionalidad en la ley, la desestimación de los magistrados es frecuente. “No están mucho por la labor, pero personalmente creo que es una cuestión de Justicia; no es culpa de un padre ni de otro pero, estamos ante una excepcionalidad”, sentencia Olcina.
“Es un efecto dual; ajustar las sentencias de divorcio por la pérdida de capacidad económica”
Sus palabras no difieren de los argumentos planteados por el también abogado Tomás Santodomingo, quien incide en un “efecto dual” como causa del aumento de demandas de modificación de medidas. “La pérdida de capacidad económica motivó muchos de los ajustes en las sentencias de divorcios. Especialmente en cuanto a las pensiones de alimentos, donde muchos progenitores han pedido rebajara o incluso extinguirla”, desgrana Santodomingo.
A este respecto, el también abogado Alejandro Vega precisa que el padre o madre debe acreditar un cambio persistente y no puntual en su situación que justifique un desequilibrio económica. “No vale una situación puntual, como puede ser un ERTE, sino algo persistente como la pérdida de un puesto de trabajo o la quiebra de una empresa. Hay que demostrar ante un juez que la situación va a ser duradera”, sostiene el letrado.
“El padre que no podía encargarse del hijo por su trabajo ahora pide custodia compartida”
Junto al régimen de visitas del menor o el pago de una cuantía para hacer frente a sus gastos cotidianos o extraordinarios, Alejandro Vega denota también un aumento de las demandas de padres solicitando la custodia compartida del hijo en común. “Me he encontrado con padres que han perdido su puesto de trabajo y que por lo tanto tienen ahora más tiempo libre para estar con sus hijos así que pedían la custodia compartida. Al igual que antes se establecía que no era posible por su horario laboral, con esta situación ya pueden encargarse del menor el mismo tiempo y de igual modo que el otro progenitor. De estas demandas sí hemos presentado varias”, destaca.
Ya a expensas de la temática parental, otra de las demandas de Familia al alza son las liquidaciones de sociedades gananciales. Cuando antes los excónyuges esperaban para deshacerse o repartirse los bienes en común, ahora requieren de este ingreso. “Hasta ahora no se preocupaban tanto de repartir los bienes en común y pero en la situación actual necesitan este líquido, el dinero en efectivo. Necesitan ese ingreso”, concluye Olcina.