La discoteca Tokyo reabrió sus puertas casi un año después para albergar un examen que le servirá a la Xunta para determinar las condiciones del regreso del ocio nocturno, un sector profundamente herido por la pandemia del COVID que, con el ensayo que se celebra hoy –de 21.00 a 01.00 horas–, ve un poco más cerca y nítida la luz al final de un largo túnel. Estaban citadas más de 150 personas.
Las discotecas Tokyo (Vigo) y Pelícano (A Coruña) y los pubs La Pomada (Pontevedra), Sónar (Santiago), Keops (Ourense) y Anagrama (Lugo) fueron los locales elegidos para este ensayo en el que hubo juegos de luces, baile, música y copas... pero también mascarillas –solo se pudieron quitar para beber–, distancia interpersonal, separación de al menos 1,5 metros entre mesas, aforo –50% en interiores y 75% en terraza si la tienen–, dispensadores de gel hidroalcohólico, medidores de CO2 y carteles informativos de las medidas anti-COVID.
Tanto los trabajadores –en Tokyo, en torno a una decena– como los clientes tuvieron que dar negativo en una prueba PCR para poder ser parte de este examen
Tanto los trabajadores –en Tokyo, en torno a una decena– como los clientes tuvieron que dar negativo en una prueba PCR para poder ser parte de este examen. A los segundos, además, se les exigió en el acceso presentar el DNI, la tarjeta sanitaria, el resultado negativo de la PCR y la entrada. A su vez, se les ofreció la posibilidad de dejar registrada su presencia en el local escaneando un código QR y rellenando sus datos, sistema que puso en marcha la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos).
Además, se prueba un sistema todavía en desarrollo en el que, de forma similar, se obtiene un código QR que da acceso a programas de fidelización, promociones y descuentos en establecimientos asociados de la Federación de Hostelería de Pontevedra.
