El Hospital Álvaro Cunqueiro se pone a la vanguardia internacional en pruebas de imagen cardíacas. El Sergas destaca que es el primero de Europa que cuenta con un sistema avanzado “con el máximo nivel de integración, a través de la incorporación de un nuevo equipamiento de alta tecnología específico”. Ahora tienen mayor calidad y son más eficientes haciéndolas.

Hasta ahora, cuando se solicitaba una prueba de imagen a un paciente cardíaco, la realizaba el radiólogo y le remitía un informe al cardiólogo. Desde finales del año pasado, ambos profesionales trabajan de forma conjunta en la nueva Unidad de Imagen Cardíaca. Ven las imágenes a la vez y se nutren de los conocimientos del otro en beneficio del paciente. Ahora está rodada.

Pero el cambio no solo es organizativo. El hospital incorporó el pasado verano un TAC y una resonancia magnética específicas para estudios cardíacos, así como un sistema que permite integrar esas imágenes en una plataforma única. “Es la tecnología más moderna que hay en este momento”, explica el jefe de Cardiología del Chuvi, el doctor Andrés Íñiguez.

Uno de los beneficios es que se produce más. Además de la mayor capacidad por la mejora tecnológica, se implementaron nuevos protocolos permiten mayor eficiencia y fomentan que el paciente haga en un solo día todas las pruebas que necesita –acto único–. Hacen unos 16 TACs y seis resonancias al día, alrededor del doble que antes. El doctor Íñiguez explica que han logrado eliminar la lista de espera para estas pruebas y posibilita “un diagnóstico e inicio del tratamiento en tiempo récord”. Esta mayor velocidad les permite hacer pruebas que antes no hacían, como a las personas que llegan con dolor torácico. Si el electrocardiograma y la analítica que se les hace no arrojan resultados concluyentes, antes se esperaba al día siguiente para ver evolución con una prueba de esfuerzo. Ahora se les hace directamente un TAC y la “certeza diagnóstica es total”. No solo es que tengan más huecos para hacerlas, las nuevas aplicaciones permiten hacer este estudio con menos radiación y, por tanto, de forma más segura para el paciente.

Son muchos los avances. El jefe de Radiodiagnóstico, el doctor Xan Vieito, explica que “es un equipo único por sus capacidades clínicas” que acaba con las limitaciones que tenían hasta ahora en pruebas cardíacas. Por ejemplo, el paciente ya no tiene que realizar apneas para tener calidad de imagen en las resonancias y tampoco es necesario dar medicación para reducir las pulsaciones en todos los pacientes con ritmo alto.