España compra medio billete mundialista

Lalín fue anoche una vez más talismán para la selección española masculina absoluta de balonmano. Los “Hispanos” que lidera Jordi Ribera dieron un paso importante en sus aspiraciones de jugar el Mundial de 2025 derrotando al combinado de Serbia duante un complicado partido de ida de la eliminatoria. Al igual que sucedió hace 14 años, un abarrotado Lalín Arena llevó en volandas al combinado español que fue de menos a más durante la contienda mejorando tras el descanso en lo que terminó siendo una gran fiesta del balonmano que nadie se quiso perder en la capital dezana. El combinado nacional viajará este domingo a Novi Sad con una renta de 4 goles para la vuelta de una eliminatoria todavía por decidir y que otorga el billete para la próxima cita mundialista.

A pesar de que el propio Jordi Ribera había advertido en la previa de la importancia de la defensa, España nunca se sintió a gusto en la zona central de su sistema 6-0, sobre todo en los primeros 30 minutos. El seleccionador fue buscando soluciones, alternando a Gedeón Guardiola, Viran Morros y Abel Serdio, pero su equipo sufrió mucho para frenar el ataque serbio, bien dirigido por Lazar Kukic y con Milos Kos como martillo pilón de un equipo que empezó a creérselo. Por si todo esto fuera poco los Hispanos tampoco le dieron mucha continuidad a su juego. A eso hubo que añadirle que Dejan Milosavljev empezó entonándose en la portería balcánica después de sacar con buenos reflejos los dos primeros lanzamientos de Aleix Gómez.

El intercambio de golpes empezó a ser incesante por lo que el seleccionador español decidió parar el choque cuando Serbia tomó por primera vez el mando en el nuevo electrónico del multisusos (6-7, minuto 14). Dos tantos consecutivos de Imanol Garciandia oxigenaron a los Hispanos, que también notaron la escasa aportación de Gonzalo Pérez de Vargas, al que la defensa poco ayudó en la primera media hora. Porque cada vez que la selección nacional daba un estirón, Serbia reaccionaba con rapidez para evitar que el partido se le escapara viendo lo incómoda que se encontraba España hasta ese momento. En el último minuto del primer acto, los españoles se quedaron con cuatro jugadores en pista tras un mal cambio de Álex Dujshebaev pero su rival no lo aprovechó y al descanso se marcharon las dos selecciones con una ventaja por la mínima (15-14) para los locales.

Las tornas cambiaron para bien en la segunda mitad porque Ribera movió ficha tras el descanso. Colocó al cangués Rodrigo Corrales en portería y apostó por una defensa más profunda con Kauldi Odriozola de avanzado, un planteamiento que le dio un buen resultado. En ataque, además, con los hermanos Dujshebaev en los laterales, encontró mejores soluciones para desarmar a Serbia, que a partir de ese momento empezó a difuminar (22-18, minuto 40) y dar muestras de no saber qué hacer para no naufragar antes de lo previsto.

Porteros

Boris Rojevic se contuvo sin pedir tiempo muerto, pero retiró de la pista al portero del Füchse Berlín, que había dejado de tocar balones, para buscar un revulsivo con Vladimir Cupara. Pero de poco le sirvió. Álex Dujshebaev mantuvo un día más su gran nivel y España, con Dani Fernández gustándose, se marchó en el marcador (25-20, minuto 45). El billete para el Mundial empezaba a complicársele al combinado balcánico, que incrementó su intensidad defensiva y se encomendó al brazo de Milos Kos para seguir en la contienda.

El joven lateral del Zagreb fue un dolor constante de cabeza para los Hispanos, a los que Gonzalo Pérez de Vargas, que había vuelto a pista, sacó de un problema con su magnífica parada a Djukic para el 26-24. A partir de ahí, Serbia se contagió del ritmo de los Hispanos y eso le hizo mucho daño porque fue incapaz de acercarse en el electrónico, pese a que Milosavljev había vuelto a la portería.

El domingo se sabrá quién tendrá el billete mundialista en el bolsillo. Aunque las malas lenguas hablan de que Novi Sad será un infierno, los Hispanos deberán tirar de casta para solventar la papeleta.