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El verano, la esperanza de los hoteles tras una Semana Santa “pobre”

Bañistas disfrutando de la playa de Samil la semana pasada Alba Villar

La comunidad gallega cerrada perimetralmente, el toque de queda a las 22.00 horas y los negocios de restauración con la persiana bajada a las 21.00 horas. Son los tres factores que, en un principio, iban a afectar a los hoteles en Semana Santa. A la fórmula, se sumó el mal tiempo del Jueves y Viernes Santo, en los que se registraron lluvias y una bajada de las temperaturas –el día 2, el mercurio no pasó de los 16 grados–, lo que frustró las previsiones del sector, que esperaba una ocupación media del 25%. Finalmente, se quedó entre el 10% y el 15%. Su esperanza está depositada en la reactivación de los viajes de negocios y en la temporada de verano, que el gremio espera con “optimismo”.

Es la radiografía que compone el presidente de la Asociación de Hoteles de Vigo (Ahosvi), Jaime Pereira. “Fue pobre, peor de lo que esperábamos. Los viajes a Cíes son un motor importante y, si la climatología no acompaña, nos afecta. Tampoco ayuda que los restaurantes, bares y cafeterías tengan que cerrar a las 9 de la noche y que haya que estar resguardado a las 10: eso todo, obviamente, echa a la gente para atrás cuando piensa en viajar”, apunta. Parejas y familias llegadas desde algún punto de Galicia conforman el perfil de los visitantes que ayudaron a levantar los porcentajes de ocupación en la ciudad olívica. “De media, pernoctaban una sola noche”, apostilla antes de concretar que, actualmente, hay algo menos de una decena de hoteles sin actividad: “Abrirán cuando la situación mejore, no son cierres definitivos”.

"Ojalá se acelere el ritmo de vacunación para que podamos disfrutar el verano con tranquilidad"

César Sánchez-Ballesteros - Presidente de Feprohos

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El sector mira con un ojo la temporada estival y con el otro la situación del COVID-19, a la espera de que no se endurezcan las restricciones en las próximas semanas. “Vemos muy lejos el verano, es difícil hacer previsiones ahora, pero somos optimistas. Ojalá se acelere el ritmo de vacunación para que podamos disfrutarlo con tranquilidad y mejorar las ocupaciones del anterior, superando el 70%. Lo que parece claro es que no va a ser un verano como el de 2019”, sostiene Pereira.

Similar panorama dibuja el presidente de la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros. “En Vigo, la ocupación hotelera se situó entre el 10 y el 15%. Algunos hoteles, muy pocos, superaron el 20%. Mientras sigan los cierres perimetrales, la actividad continuará con estas cifras, es imposible que mejoren”, explica. Al igual que Pereira, deposita la esperanza del sector en el verano: “No sabremos qué pasará, la bola de cristal se nos cayó al suelo hace tiempo, está rota y no vemos nada, pero sí que podemos decir que nuestro horizonte es la época estival”.

Para que los meses de calor sean la tabla de salvación del gremio, las cifras de contagios y de vacunados deben ser favorables. Por ello, Sánchez-Ballesteros reconoce que es “complicado” hacer predicciones, pero se muestra optimista. “A ver cómo queda la situación epidemiológica ya pasada la Semana Santa. Creo que, en junio, podría reactivarse el mercado, esperemos que no haya otra ola potente de coronavirus. No será un verano como los de antes de la irrupción del COVID-19, pero, si hay movilidad, podemos salvarlo aplicando siempre las medidas de seguridad”, señala.

“Estamos acongojados”

El representante de la patronal provincial destaca que la Semana Santa en los bares, restaurantes y cafeterías fue a dos velocidades. Sánchez-Ballesteros anota que trabajaron “bien” los negocios amplios porque, a pesar de que los aforos están reducidos, cuentan con espacio suficiente. El otro lado de la moneda lo protagonizan los establecimientos más pequeños. “Se salvan los de comida rápida. También es cierto que las terrazas han funcionado, pero las facturaciones no son tan interesantes como se puede creer: mucha gente es de Vigo y consume bebidas, no tanto comidas”, señala antes de comentar que el sector está “acongojado” por la posibilidad de que se endurezcan las restricciones.

Las Cíes recibieron a más de 3.400 visitantes en nueve días

Desde el pasado sábado 27 de marzo hasta el domingo 4 de abril, un total de 4.745 personas eligieron el Parque Nacional das Illas Atlánticas como destino. Las Cíes fueron el lugar escogido por 3.445 visitantes, 1.300 se decantaron por Ons. Estos números confirman el éxito de estos parajes paradisíacos de los que presumen los gallegos dentro y fuera de sus fronteras, opciones que ganan protagonismo en plena pandemia. Las navieras pusieron rumbo al archipiélago en Semana Santa después de casi medio año sin hacerlo.

Pérgolas bioclimáticas para cubrir las terrazas

Pérgolas bioclimáticas: con un techo duro que se pueda abrir y cerrar en función de las condiciones meteorológicas. Es el modelo de estructuras que propone la Asociación de Comerciantes y Hosteleros Zona Náutico, que agrupa a establecimientos de los entornos de la Praza de Compostela, Casco Vello, Rosalía de Castro y Náutico, para cubrir las mesas y sillas de las terrazas en una de las áreas con más protagonismo turístico de la ciudad: es la puerta de entrada de los cruceristas y acoge espectáculos como O Marisquiño o el Vigo SeaFest.

Estructura similar a la que usarán los hosteleros FdV

Así se lo hará saber la Federación Provincial de Hostelería (Feprohos) al Concello de Vigo -la ordenanza está en fase de consultas- en cuanto concreten con representantes municipales la fecha de una reunión, que esperan celebrar en las próximas fechas. Es el cronograma que prevé el presidente de la entidad, Rubén Pérez. Concreta que estas estructuras permitirán a los hosteleros retirar la cubierta cuando haga buen tiempo para que fluya mejor el aire y entren los rayos de sol, y cerrarla en momentos de lluvia o frío con el objetivo de que las inclemencias meteorológicas no supongan un contratiempo a los clientes.

“Queremos que el techo no sea una lona, sino de material duro y de color blanco o gris claro, para que pueda absorber mejor el calor. La estructura será autoportante, de acero galvanizado lacado en un color que acordemos con el Concello. Nosotros propondremos el negro mate o el gris oscuro mate para que no desentone con los edificios históricos que hay en la zona. Los cierres laterales serán de cristal o de lona transparente”, explica el presidente de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros Zona Náutico

El coste al que se tendrán que enfrentar los hosteleros para instalar estas estructuras estará entre los 30.000 y más de 120.000 euros: la cantidad se fija en función del tamaño de la fachada y del material que se utilice para tapar los laterales. “Es un paso importante para mejorar la calidad de la oferta turística de la ciudad. Significa un esfuerzo muy importante para el sector, pero el retorno económico será mucho más grande que la inversión. Esperamos que nos ayuden las instituciones, tanto Concello como Zona Franca, para hacer frente a los gastos”, señala.

Ordenanza municipal

La futura ordenanza municipal de terrazas permitirá la instalación de pérgolas permanentes -no ancladas- y cubiertas en la calle; en las aceras donde no se disponga de espacio suficiente para los veladores y los peatones, se suprimirán plazas de aparcamiento para instalar tarimas de aprovechamiento hostelero.

El documento, en fase de consultas previas, establecerá periodos de concesión “de 3 o 4 años” por las estructuras, que deben cumplir, además, unos criterios de estética homogénea según las zonas y barrios, según concretó el alcalde, Abel Caballero, a principios de este mes. En todo caso, se mantendrá la “tasa cero” actual por ocupación de vía pública.

La participación en este modelo “será voluntaria”, pero aquellos establecimientos que utilicen otros sistemas, como sombrillas o toldos, tendrán "”echa de caducidad, en principio, hasta que amorticen esos elementos”, anunció el mandatario olívico.

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