El test de antígenos del SARS-CoV-2 se estrena en Peinador en su mínimo expresión: abarcando solo uno de los dos vuelos programados para la jornada y examinando a una única pasajera, una estudiante que había volado desde Valencia previa escala en Madrid y que al llegar al aeropuerto de Vigo solicitó de forma voluntaria realizarse la prueba. Su resultado fue negativo.
El dispositivo –con el que las autoridades buscan reforzar el control del COVID a las puertas de Semana Santa– afrontará el miércoles una jornada con más movimiento. Según detalla la página oficial Infovuelos, de Aena, a lo largo del día aterrizarán en el aeródromo vigués media decena de aviones: tres con origen Madrid, operados por Iberia y Air Europa; otro cubierto por Vueling procedente de Barcelona y un quinto servicio prestado por Binter desde Canarias.
El dispositivo de Peinador se activó el martes por la tarde con un puesto situado al lado de la cinta de recogida de equipaje, en la terminal de llegadas. Allí –explicó María Beatriz Fernández, subdirectora de Enfermería del Chuvi– se informa a los pasajeros de que pueden someterse al test de antígenos de forma voluntaria y, en caso de aceptar, se les realiza la prueba.
Aunque no es tan sensible como la PCR, la modalidad por la que ha optado Sanidade ofrece una serie de ventajas: identifica la enfermedad cuando más contagiosa resulta y su aplicación es rápida y sencilla: con un hisopo se toma una muestra de la nariz o garganta del paciente. Al cabo de unos quince minutos, los enfermeros pueden comprobar en una tira de papel la reacción del paciente y concluir si está o no infectado.
“Sabía que los estaban ofreciendo, así que pregunté para que me hicieran el test, es como una PCR”, explica Mariña Ramos, la joven que estrenó el servicio tras volar de Valencia a Madrid y de Barajas a Peinador a bordo de un avión de Iberia. “Iba a hacerme una prueba igualmente y decidí realizarme una aquí”. El objetivo, abunda, es encarar la espera en Pontevedra para su nueva prueba con mayor tranquilidad y más garantías de que no contagiará a nadie. Tras someterse al test, esperar unos minutos en la terminal de llegadas y regresar al puesto con la tira de papel, los técnicos del Sanidade le confirmaron que su resultado era negativo.
Otros pasajeros, sobre todo los que habían hecho escala en Madrid tras cubrir un vuelo internacional, llegaban ya con la prueba completada. Es el caso de Manuel, por ejemplo, que aterrizaba por la tarde en Peinador tras un largo viaje desde Malí. “Hay muchos controles”, convenía de camino a la salida del aeropuerto de Vigo. Lo mismo le ocurrió también a Daniel, procedente de Seychelles. Zoe Novoa, que pisaba Vigo tras 10 horas de vuelo entre Bogotá y Madrid, ocho de espera en Barajas y otra hora sobrevolando media península hasta Galicia reconocía que la prueba sirve para “estar más seguro” y agradecía que se puedan realizar con confianza en los aeropuertos.
A última hora de la tarde, desde Sanidade señalaban que la prueba de Vigo había servido para valorar el circuito de Peinador. Poco después del aterrizaje, se apuntaba que había dos voluntarios para someterse al test, aunque al final se realizó una única prueba. Algunos de los pasajeros que abandonaban la zona de recogida de equipaje aseguraban que no se les había informado del servicio. “No sabía nada, sino me la hubiera hecho”, comentaba uno de ellos.
En el estreno en Lavacolla, se beneficiaron de la prueba de forma voluntaria 23 de los 93 pasajeros del primer vuelo. Todos con resultado negativo. En Alvedro la medida arrancó ya el viernes.
