El pasado 19 de marzo del presente año mi familia se sumió en la más oscura de las pesadillas. Perdimos de la manera más trágica que puedo imaginar a tres ángeles que llenaban de alegría nuestras vidas. 

Es difícil poder describir lo que sentimos, la dureza del momento, lo inevitable que es despertar después de conseguir dormir para volver a afrontar lo que está pasando. 

Mi hermana María Luisa, su hija Daniela y el pequeño superhéroe Beltrán, nos dejaron después de un Día del Padre en familia arropando al abuelo que hace tan solo unos meses vio cómo su esposa, mi madre y abuela ejemplar, nos dejaba de forma repentina y sin previo aviso. 

El vacío que dejan hace insoportables todas las horas del día. Decir a nuestro sobrino mayor y a nuestras hijas, sus 3 primas, de la misma edad del pequeño Beltrán, que su tía, prima y primo no volverán jamás ha sido una prueba en la vida que hemos tardado en afrontar y preparar más de una semana. Pienso en este momento oscuro, que tendríamos que haber esperado años para decírselo y vivir en la negación, solo para no escuchar el llanto y las preguntas de unas niñas de seis y 3 años. 

Me dirijo a usted (al director de FARO) para que haga público en mi nombre, en el de mi cuñado y hermano Jesús Francos, un esposo y padre devastado, en el de las familias Gondell Soliño y Francos Rodríguez al completo, el más sincero agradecimiento a todos aquellos que al ser conocedores de la horrible tragedia se acercaron a tratar de mitigar nuestro dolor, con el calor de su compañía, también a quienes desde la lejanía nos hicieron llegar sus palabras de duelo y aliento. 

"Mención especial a la dotación de tráfico de O Porriño, el jefe de la unidad y los agentes que nos arroparon cuando los tres hermanos llegamos a ese lugar oscuro en la PO-510"

Mención especial a la dotación de tráfico de O Porriño, el jefe de la unidad y los agentes que nos arroparon cuando los tres hermanos llegamos a ese lugar oscuro en la PO-510. A aquellos que se desplazaron a la casa de mi cuñado, que ni en la más terrorífica de las suposiciones esperaba tan devastadora noticia y por último en el momento de la recogida de pertenencias. Su humanidad y compromiso será recordado por todos nosotros como ejemplo de lo que es y representa el Cuerpo de la Guardia Civil. 

Al jefe de la unidad de bomberos que socorrió a mi hermana y sobrinos, que con sus palabras trató de suavizar el sufrimiento de un padre y esposo que no encontraba respuestas ni consuelo al pensar en la magnitud de la tragedia. 

A los profesionales de Pompas Fúnebres del Condado, con José Luis y María del Carmen a la cabeza, por su esmero y atenciones, mucho más allá de lo que su difícil profesión demanda, su esfuerzo queda grabado en nuestros corazones por siempre. 

A todos aquellos profesionales que con su trabajo trataron de hacernos más llevadero el momento más terrible que hemos vivido y ruego viviremos. 

No hay palabras para describir la situación en la que nos encontramos pero sí puedo intentar plasmar negro sobre blanco nuestro profundo agradecimiento. La carretera es peligrosa ahora más que nunca lo sé y de nosotros depende hacer que nuestros seres queridos lleguen a casa. 

Eternamente agradecido a todos aquellos que sintieron, sin conocernos, un latigazo en el corazón al ser conocedores de esta tragedia.