La comarca de O Condado muestra una gran consternación ante el grave accidente ocurrido el viernes en Salceda en el que perdieron la vida María Luisa Gondell Soliño y sus hijos Daniela y Beltrán Francos Gondell.

Numerosas personas, amigos y vecinos de las víctimas, arroparon ayer a la familia en tan difícil momento y acudieron a los actos fúnebres, en los que a pesar de la presencia de decenas de personas se guardó la distancia de seguridad y se usó mascarilla en todo momento.

Ya anteriormente, el Tanatorio de Pompas Fúnebres del Condado fue un reguero de visitas de personas que quisieron testimoniar su cercanía a las víctimas y arropar a Jesús, marido de María Luisa y padre Daniela y Beltrán.

Los cuerpos fueron velados en la misma sala, la número 4 del tanatorio. A las 17.00 horas se introdujeron en tres furgones fúnebres de la empresa funeraria, que los trasladó a la iglesia de Angoares, muy cerca del tanatorio, donde se ofició el funeral. Los asistentes acudieron a pie a este acto, caminando en fila india por la carretera. Posteriormente los féretros fueron conducidos al cementerio municipal de Ponteareas para la inhumación

Gran dolor

Durante los actos se vivieron momentos de gran dolor e inmenso silencio. Numerosas personas expresaron su estupor por la trágica muerte, esperando que se aclaren las circunstancias del suceso.

Entre los asistentes al entierro estaba el alcalde de Nigrán, Juan González, localidad de la que es natural María Luisa y que expresó el respeto y el dolor del municipio ante las tristes pérdidas. Precisamente Nigrán, Salvaterra, y Gondomar, declararon dos días de luto oficial, el sábado y ayer domingo, tras la tragedia.

La familia residía actualmente en Salvaterra, pero los negocios de la conocida panadería Francos están en Ponteareas, localidad a la que están vinculados, y en la que tuvieron lugar los actos fúnebres.

Presencia de la comunidad educativa

La comunidad educativa acompañó el paso de la familia con las coronas de flores del Colegio Lar, en el que estudiaban Beltrán y Daniela. Los profesores y compañeros quisieron así tener presencia en el último adiós a los niños. Los recordaban como “una niña encantadora, inquieta, habladora, simpática y muy amiga de sus amigas” y “un niño superalegre , entrañable y muy detallista”.

El accidente, un choque frontal, ocurrió el viernes a la altura de Alto da Brava, en la PO-510, debido al cambio repentino de carril del coche que venía en dirección opuesta. El conductor de este vehículo Alfredo L.R., de 32 años y vecino de Budiño Porriño, resultó herido grave. Según los últimos datos se mantiene estable dentro de la gravedad tras una nueva operación en la mañana de ayer.