'El último barco', Domingo Villar (Vigo, 6 de marzo de 1971), ha sido reconocida este sábado con el premio Ciudad de Santa Cruz de Novela Criminal, un galardón que concede Tenerife Noir, en el marco de su quinta edición, a la mejor novela negra en castellano del año.

Al recoger el premio, el escritor vigués expresó su agradecimiento a Tenerife Noir y al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife: "No todos tienen la audacia de mojarse respaldando eventos que celebran el arte, que celebran la cultura y que celebran las vidas prestadas, que son los libros", recoge la organización, en un comunicado.

El jurado ha destacado "la solidez y la penetración psicológica de los personajes", que sostienen una trama "clara y constante", desarrollada en un ambiente y una geografía "que sirve de fondo y sostenimiento al tema principal".

Asimismo, el jurado también ha premiado la consistencia de la saga, "que avanza muy bien con el paso del tiempo, el cuidado y la musicalidad de su prosa", y que permite al lector "regresar a un tiempo y un espacio conocido y añorado", detalla la nota.

Los elementos clave de la obra

El jurado estuvo integrado por el escritor y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Luis Correa; la organizadora del festival Cubelles Noir, Charo González Herrera; los profesores de la Universidad de La Laguna Miguel Ángel Rábade y Javier Rivero Grandoso; y la periodista Verónica Alemán.

Villar ha asegurado que la relación padre-hija es uno de los elementos clave de su novela. "Se establecen relaciones entre padres, madres, hijos e hijas que creo que es lo que sostiene todo el armazón", detalla. En este nuevo caso, el inspector Leo Caldas investiga la desaparición de la hija del doctor Andrade, que vive en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla, al otro lado de la ría de Vigo.

Así, la desaparición de Mónica Andrade permite a Caldas comprobar que, en la vida, como en el mar, la más apacible de las superficies puede ocultar un fondo oscuro de devastadoras corrientes.

Los seguidores del inspector Leo Caldas y su ayudante Rafael Estévez han tenido que esperar diez años para esta tercera entrega, que permite a Villar desarrollar no solo la escena policíaca, sino la vida en Vigo, en Moaña y la vida de los artesanos.

La tercera entrega

Villar escribe originalmente en gallego y traduce luego sus obras al castellano, lo que ha sido señalado como una "perfecta prueba de su rigor y calidad". Con tan solo dos novelas, 'Ojos de agua' (2006) –Premio Sintagma 2007– y 'La playa de los ahogados' (2009) –premios Antón Losada Diéguez y Brigada 21, además de Libro del año por la Federación de Libreros de Galicia, en 2010–, se ha ganado el interés de la crítica y del público nacional e internacional.

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En 2016 recibió, además, el XXV Premio Nacional Cultura Viva Narrativa, que se ha entregado a nombres tan sólidos de la literatura española como Miguel Delibes, Francisco Umbral, Lorenzo Silva o Martín Casariego.

A juicio de la crítica, con las dos primeras novelas de la saga, los lectores ya situaron a su personaje principal, Leo Caldas, "en el Olimpo de personajes" de la novela negra española, junto Pepe Carvalho, Petra Delicado, Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, concluye la nota.