Cuando se cuentan los días para que las rampas de la Gran Vía se abran al público, el PP cargó ayer con dureza contra la estética de una obra que considera un “adefesio de colores” con la que el alcalde, Abel Caballero, se “ha cargado el mejor bulevar de Galicia”. “Es un adefesio de metal de color llamativo que no concuerda con la avenida”, criticó la concejala del PP, Teresa Egerique, acompañada de Martín Curty, arquitecto y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses.

“Es evidente que desde hace tiempo el alcalde ha optado por destruir la Gran Vía. Era el mejor bulevar de Galicia y se ha convertido en un engendro”, señala Curty. Según Teresa Egerique, no es la rampa lo que se cuestiona, sino su estética.

“Se ha cargado una avenida emblemática, bonita, representativa de la ciudad, con historia”, señaló Egerique, que acusó al alcalde de confundir “viguismo con caballerismo”. “Consiguió ser el hazmerreír con un adefesio y un ataque urbanístico a la Gran Vía”, recalcó.