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De los hoteles con "take away" al táper en la oficina

La falta de clientes por las restricciones de movilidad se traduce en ceses temporales de la actividad, ofertas o cambios de modelo: reconvierten sus cocinas para el “take away”

Los hoteles, entre el cierre y las gangas

En medio de las tormentas que provocan las crisis, aparecen rayos de luz en forma de oportunidades. Varios hoteles de Vigo sirven de ejemplo. Y es que, en pleno estado de alarma, con las restricciones de movilidad y la comprometida coyuntura económica ahogando al sector, hay establecimientos que han cerrado temporalmente –Bahía, Ciudad de Vigo o Inffinit– mientras otros han optado por reinventar su oferta por la falta de clientes –los pocos que se hospedan en la urbe lo hacen de lunes a jueves y proceden de la actividad empresarial: automoción o naval–. Han activado promociones para atraer al público del cordón sanitario del área metropolitana o han puesto en marcha (o lo harán) el servicio take away para vender comidas o bebidas, una modalidad que ya explotan bares, restaurantes o cafeterías tras el cerrojazo hostelero anunciado por la Xunta hace siete días.

Hotel Ciudad de Vigo Ricardo Grobas

Ofertas low cost cena, alojamiento y desayuno por 80 euros.

El Gran Hotel Nagari, ubicado en la Praza de Compostela, es uno de ellos. Para logar más demanda, sus responsables ofrecen un paquete especial “pensado para parejas de Vigo, Mos, Nigrán, Gondomar, Porriño o Redondela” que quieran disfrutar de un “día diferente”: cena, alojamiento y desayuno por 80 euros. Su baza es la posibilidad de mantener abierto el servicio de restauración para clientes: actualmente, y hasta el 4 de diciembre, alojarse en un hotel es la única forma de comer o cenar en un restaurante. A mayores, para sacarle más partido a las cocinas, están a punto de publicar una carta de take away que incluirá “productos seleccionados”. El objetivo es “continuar abiertos” y compensar la escasa ocupación que se registra: un 10%.

“Todos vienen por negocios. Y eso que el precio de las habitaciones es el de la tarifa más reducida, como un domingo de temporada baja”

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Una estrategia similar ha tomado el Pazo Los Escudos, en la avenida da Atlántida. Han pasado de plantearse el cierre a poner en marcha ofertas para atraer a gente del área y pensar ya en habilitar el take away. “Hemos bajado los precios: por lo que antes se pagaba una habitación, ahora, tienes derecho a desayuno y spa. Y ya estamos haciendo números para activar el servicio de recogida de comidas y bebidas”, explican.

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El Hotel Tryp Los Galeones, en la avenida de Madrid, ha optado por la primera opción: su director, Jaime Pereira, también presidente de la Asociación de Hostelería de Vigo (Ahosvi), confirma que ya hay a disposición del público del área ofertas con desayuno incluido y garaje gratuito para “cambiar de habitación” por un día y “sorprender a la pareja”. “Puede ser una ventana de aire fresco para gente que no puede hacer otros planes por el cierre perimetral. Es buena oportunidad para conocer nuestra ciudad y vivir una experiencia diferente y segura”, argumenta.

El restaurante: un “reclamo”

"Entre semana, estamos al 40% de ocupación; el fin de semana, el porcentaje baja una barbaridad"

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Beatriz González, directora del Hotel Tres Luces, que se ha adaptado para el servicio “take away”. | // J.L. José Lores

Con el cierre de bares y restaurantes, el Hotel Tres Luces, en la calle Cuba, ha comenzado a recibir a más clientes. Su directora, Beatriz González, tiene claro que el servicio de desayunos, comidas y cenas con el que cuenta su negocio es un “reclamo”. “Mucha gente llama preguntando por eso. Para nosotros, es un complemento; tenemos que seguir pagando facturas, seguro, Internet, mantenimiento... Entre semana, estamos al 40% de ocupación; el fin de semana, el porcentaje baja una barbaridad”, explica antes de destacar que, al igual que otros compañeros del gremio, se ha apuntado al take away: “Está funcionando, aunque no al nivel que me esperaba”.

Apertura de lunes a jueves

Ante la falta de clientes, hay hoteles que han reducido los días de apertura. Es el caso del Oca Ipanema, en Vázquez Varela, que levanta la persiana de lunes a jueves, jornadas en las que registra más actividad gracias a los viajes de negocios. Otros, como el Ciudad de Vigo, el Bahía o el Inffinit, han cerrado de forma temporal a la espera de que haya mejoras en el sector turístico.

El táper ya es uno más en la oficina

El cierre de la hostelería obliga a los trabajadores a llevar el almuerzo preparado | Las empresas trasladan el protocolo anti-Covid al comedor

El cerrojazo de la hostelería ha traído bajo el brazo la vuelta del táper a los centros de trabajo, un hábito que cogió fuerza en la desescalada y que, ahora, con los bares y restaurantes con la persiana bajada, gana protagonismo de nuevo. Y es que, para sus adeptos, es una solución cómoda y segura en tiempos de mascarillas y distancias de seguridad que permite ahorrar tiempo y dinero y mejorar la relación con los compañeros.

Yago Díaz, Marcos González y Fanny Figueiras, trabajadores de Delikia FdV

Lo confirma Marcos González, responsable de calidad de la empresa de venta automática Delikia, que opta por llevar la fiambrera de casa. “Es muy agradable comer en el trabajo, incluso hay una terraza para tomar el café. Tenemos un espacio adaptado a la normativa del Covid-19; en este sentido, todos somos muy responsables”, comenta. Con el cierre de la hostelería, la firma viguesa ha decidido “intensificar” las medidas en el comedor.

“Todo está bien preparado para garantizar la seguridad"

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“Todo está bien preparado para garantizar la seguridad. Hay cuatro turnos: 13.30, 14.00, 14.30 y 15.00 horas; no debe haber más de siete personas en el comedor; siempre nos sentamos en el mismo sitio; y tenemos que desinfectar las manos con gel antes y después de entrar en la sala. Además, hay una persona responsable de abrir las ventanas tras cada turno para que ventile el espacio y los trabajadores desinfectamos las mesas y las sillas una vez acabamos”, apunta.

Otra empresa abonada al táper es la naviera Mar de Ons. Para los trabajadores que cuentan con jornada partida y prefieren no ir a casa a almorzar, se ha habilitado en la sala de reuniones un “espacio seguro dividido con mamparas y donde se respetan las distancias de seguridad”. Además, en las diferentes partes de las instalaciones, se han incrementado las frecuencias de ventilación y los despachos cuentan con dispensadores de gel hidroalcohólico a disposición de los empleados para reforzar las barreras contra el Covid-19.

Karina Blanco y María Moledo, de Mar de Ons. FdV

Almorzar en una terraza

Los trabajadores de la empresa GTG Ingenieros, con sede en Porto do Molle, son unos privilegiados. En lo alto de la nave en la que se desarrolla su actividad desde 2016, se ha montado un comedor en una terraza de 500 metros cuadrados.

“Nuestro gerente, Pedro García-Trejo, nos instaló mesas y sillas para que pudiéramos aprovechar ese espacio en los días de buen clima y poder estar al aire libre sabiendo que, con esta condición, la posibilidad de contagio se reduce considerablemente”

Eva Lorenzo - Responsable de la gestión comercial y del marketing.

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Trabajadores de GTG Ingenieros José Lores

"Desde que retomamos la actividad presencial en la oficina, hemos organizado turnos de comida para que coincidan dos o, como máximo, cuatro comensales al mismo tiempo"

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Muchos de los empleados de esta firma no residen en Nigrán, sino en concellos del área, como Vigo, Ponteareas, Redondela o Moaña, por lo que la empresa ya disponía de una cocina equipada para permitirles comer en las instalaciones sin necesidad de acudir a un restaurante o a su casa. “La cocina tiene capacidad para unas 16 personas, pero solíamos comer entre ocho y 10 a diario. Desde que retomamos la actividad presencial en la oficina, hemos organizado turnos de comida para que coincidan dos o, como máximo, cuatro comensales al mismo tiempo, ubicando a cada uno de ellos en una punta de la mesa para garantizar la distancia de seguridad. Además, el propio trabajador se encarga de desinfectar la mesa y la silla después de su uso. Intentamos minimizar los riesgos”, comenta Lorenzo antes de citar que la empresa ha desarrollado unos equipos de luz ultravioleta para desinfectar los objetos y superficies.

Empleados de GTG Ingenieros, ayer, en la hora de la comida

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