Las obras de humanización de Porta do Sol obligan a trasladar el Dinoseto a la Alameda de la Plaza de Compostela, donde estará alrededor de año y medio. El alcalde, Abel Caballero, comunicó ayer este “destierro” tras visitar esos trabajos, en los que ya se instalan los micropilotes que permitirán la excavación posterior del túnel para el tráfico rodado. El Dinoseto desembarcó en la ciudad hace cinco años, primero en Rosalía de Castro, y pronto se convirtió en el rey de los “selfies” y en un nuevo emblema urbano, un papel que reforzó con su traslado a la plaza da Princesa.

El alcalde apuntó una novedad en la ejecución de las obras en Porta do Sol, en concreto en la calle Elduayen: Al tiempo que se colocan los pilotes para sustentar el terreno, se instalará la cubierta del futuro túnel, de modo que se podrá transitar, a pie, por encima de la excavación. “Es una técnica cara y compleja, pero sirve para evitar las molestias lo máximo posible a peatones y comercios”, dijo Caballero.