Un millonario fraude que ha acabado en condena. Un empresario al frente de uno de los grandes grupos del sector de transporte y logística de pescado aceptó ayer en la Audiencia de Vigo dos años de cárcel por delito de defraudación a la Seguridad Social. Los impagos de las cuotas se prolongaron desde 2013 hasta 2018. Junto a indemnizar con 1,3 millones de euros a la tesorería, abonará idéntica cuantía en concepto de multa. Los otros tres acusados, entre ellos su esposa, fueron absueltos en virtud del acuerdo alcanzado entre las acusaciones y las defensas. El fiscal se mostró favorable a la suspensión de la ejecución de la pena de prisión, condicionado al pago de la responsabilidad civil.

El condenado, Raúl Alvarado Sampayo, dedicado a la prestación de transportes por carretera, desarrolló "en los últimos tiempos" esta actividad, relata el fiscal, a través de un conglomerado de "sociedades aparentes" que, en realidad, eran un único grupo "bajo su control". Un grupo con el que "jugaba", a efectos de ir sorteando los problemas que las dificultades económicas le originaban, "para disponer de licencias de transporte, eludir impagos de deudas y desatender sus obligaciones fiscales y de Seguridad Social".

Pese a disponer de un único centro de trabajo en el parque tecnológico de Valladares, un colectivo de trabajadores, un conjunto de medios de producción y una cartera de clientes común, lo que hacía, concreta el Ministerio Público, era distribuir e intercambiar entre distintas empresas la titularidad de los bienes y los medios de los que disponía, "en particular los camiones y remolques", así como las prestaciones de servicios, los trabajadores o los ingresos, "creando además una compleja y ficticia facturación interna entre las diferentes mercantiles que manejaba". De este modo, las sociedades que figuraban como deudoras de la Seguridad Social aparecían como "insolventes".

La acusación concreta que dicha dinámica la hacía en 2013 a través de cuatro empresas -Alvarado Frío Distribuciones, Herederos de Raúl Alvarado, Hermanos Alvarado Sampayo y Finur Alvarado-. Unas sociedades que en 2014 fueron "progresivamente sustituidas" , con el fin de seguir la actividad y "eludir sus obligaciones" con la Seguridad Social, por otras, con domicilio en distintos lugares -como Viveiro o Nigrán- y sin atender a los requerimientos de la administración. En 2018, señala, se valió asimismo de otras empresas. Entre las operaciones, cita la "aparente venta" de 15 camiones para evitar un embargo.