"Al borde del ataque". Así estaba ayer el profesorado de muchos de los centro de educación Infantil y Primaria que entre hoy y mañana abrirán sus puertas para el inicio del curso de más de 23.000 alumnos. Han tenido siete días hábiles para adaptar las instalaciones al último protocolo emitido de la Xunta frente al Covid-19 y van "al límite". Ayer, algunos aún estaban recibiendo material encargado para poder cumplir con ellas. Este curso arranca con la organización pedagógica y didáctica aparcada en un segundo plano.
El presidente de la asociación de directores de centros públicos de Vigo y director del colegio Chans-Bembrive, Juan Carlos Abalde, cuenta que este año académico lo iniciarán adecuándose a las nuevas medidas de prevención e higiene; enseñando las nuevas normas a los alumnos; atendiendo su estado emocional por todos estos cambios en su entorno; y buscando su capacitación digital por si tuvieran que hacer cuarentena o hubiera un nuevo confinamiento. "Si ya un inicio de curso es muy complicado...", enfatiza.
En el municipio, esta semana, son 160 los escolares que inician curso en educación especial; 6.906 en Infantil y 16.903 en Primaria. Hoy lo hacen los más pequeños: los de tres años, con sesiones de adaptación con los padres, así como los siguientes cuatro cursos. El viernes lo harán el resto
En el colegio Calasancias afrontan este "momento de incertidumbre" dando "lo máximo posible por la seguridad de los niños". Su secretaria, Rosa Díaz, subraya que están poniendo "lo mejor" de su parte en esta carrera contrarreloj para tener a punto las instalaciones. A partir de mañana, "es cuestión de saberse todos muy bien el protocolo, trabajar en equipo y poniendo corazón", resalta.
Salvo alumnos de última hora, ayer ya tenían colocadas las mesas con la correspondiente distancia y ultimaban la señalización. "Hay problemas de estocaje en cintas y flechas porque todos necesitan, pero como los profes somos muy artistas, nos vamos arreglando", describe.Problemas
En el Chans-Bembrive se han encontrado con problemas similares. Juan Carlos Abalde explica que, además, han subido los precios de estos productos y otros que necesitan los colegios, como las mamparas. Los centros públicos tienen que "medir mucho" lo que gastan, ya que no cuentan con partidas específicas para ello. Subraya que, en todos los centros, están "dedicando muchas más horas de las habituales" a preparar este inicio de curso.
La sinaléctica también era ayer el caballo de batalla en su colegio. Todos los pasillos tienen dos carriles y la circulación es siempre por la derecha. Diferentes marcas en el suelo tratan de que los niños sean conscientes de lo que es un metro y medio y lo respeten en la distancia con sus compañeros. Han diferenciado entradas y salidas por niveles. Por un lado los de Infantil que, además, vendrán acompañados por sus padres los primeros días. Por otro lado, los de transporte escolar. Por otro, el resto.
Las clases constituirán grupos estables de convivencia y sus alumnos no se podrán mezclar con otros. Lo más difícil es llevar esto a cabo en espacios comunes. Han parcelado el patio en tantos espacios como grupos salen por turno. ¿Y cómo decidir quién se queda con las porterías o las canastas? Será rotatorio. De todos modos, los juegos de balón estarán restringidos en un principio y los docentes les ofrecerán alternativas. "Vamos a empezar muy rígidos y luego iremos viendo en qué se pueden relajar las medidas", explica Juan Carlos.
Los baños también estarán parcelados en Bembrive. Tendrán un aforo máximo de 2 niños y otros 3 haciendo cola. Sabrán si pueden entrar con un sistema de semáforos. Para el aula de informática aún están buscando soluciones. Por el momento, dividirán en dos las clases para no juntar a muchos alumnos en ella.Comedor
Es uno de los centros que arrancarán con comedor, ya que lo gestiona de forma directa la Xunta. Pero es la dirección del centro la que tiene que "luchar con los aforos", al ser un momento en el que los niños estarán sin mascarillas. Han encargado tableros para poder ampliar las mesas y solo se podrán sentar juntos niños de la misma aula. Se darán casos de niños sentados solos porque la de su clase está llena. Pasan de repartirlos en dos turnos a tres, lo que obliga a restar media hora de clase a los más pequeños y a que los mayores empiecen a comer cuando el curso pasado ya estarían terminado. Y es que también hay que contar con un tiempo de ventilación y limpieza entre remesa y remesa.
Dentro de las aulas, aunque no hay orden expresa de mantener la separación de metro y medio en Infantil y Primaria, sí se han colocado mesas vacías para tener más distancia entre los pupitres agrupados para trabajos en equipo. Hay dispensadores de gel, líquidos desinfectantes y papel de limpieza por doquier. También les educarán en el cuidado de la mascarilla, cuyo uso recomiendan en todos los niveles.
