"Impresiona conocer las historias de familias que básicamente viven de ayudas. Todo el mundo tendría que ser consciente y ayudar". Elena Iglesias es una de las alumnas del IES O Castro que participa en el programa europeo Erasmus+ y que, junto varios compañeros, han escrito una carta al alcalde vigués para proponerle que mantenga las ayudas municipales de comedor durante el verano. "Con la pandemia, hay más familias necesitadas", recuerdan.

El centro participa en la iniciativa "Educating Citizens. Learning Democracy Through Social Action" junto con otros institutos de Grecia, Suecia y Hungría. Y cada equipo debe identificar un problema en su comunidad y proponer una acción social para llevar a cabo.

"Cuando empezamos a investigar qué carencias había en Vigo pensaba que acabaríamos enfocándonos hacia zonas verdes, pero nos dimos cuenta de que había pocos comedores sociales y que los escolares cerraban en verano. Y ahora mismo todavía hay más familias en situación de necesidad. El Concello lo está haciendo muy bien y ha dado muchas ayudas estos meses pero siempre se puede mejorar", apunta Eva Campos, otra de las alumnas que firman la misiva.

El proyecto tiene una duración de dos cursos y los estudiantes, que actualmente tienen entre 17 y 18 años, realizan intercambios en los diferentes países. Y todas las actividades comunes se desarrollan en inglés. "Cada grupo explica su acción social a los demás y entre todos los vamos perfeccionando. Visitamos Aldeas Infantiles y otras ONG para conocer su labor. Hemos trabajado mucho y ojalá lo consigamos", confía Elena Iglesias.

Éste era el último año del proyecto, doce alumnos del IES O Castro ya viajaron a Grecia y Hungría y otros seis, entre ellos, Elena y Eva, tenían que desplazarse este curso a Estocolmo para presentar su proyecto, pero el confinamiento lo impidió. A tenor de las circunstancias, los responsables de Erasmus+ les han concedido una prórroga de 6 meses, así que todavía podrían realizar su intercambio.

"La idea del programa es educar ciudadanos y enseñarles qué es la democracia a través de la acción social. Y se trata de que haya debate entre ellos para que sean conscientes de que hay que llegar a acuerdos mediante el uso de la palabra. Y nuestros alumnos destacaron en esos foros con los grupos de los otros países", señala con orgullo Chon Pereira, que forma parte del grupo de nueve docentes que participan en el proyecto y que les ha acompañado en los intercambios.

También aplaude el objetivo elegido: "Ellos identificaron el problema con muy buen criterio porque hay muchas familias que dependen de las ayudas de comedor para que sus hijos tengan, al menos, una comida al día".

Contacto con el Celta

A pesar de las vacaciones, alumnos y profesores siguen trabajando para recuperar el tiempo perdido durante el confinamiento y buscan sumar apoyos a su causa. Ya han contactado con la Fundación Celta para que algún jugador le dé eco a la petición siguiendo el ejemplo de Marcus Rashford.

"Yo tengo fe en que lo podamos conseguir y estaría muy bien que un jugador visibilizase la carencia de recursos que tienen muchas familias. Todos los apoyos que consigamos serán bienvenidos", apunta Elena Iglesias.

También retomarán a partir de septiembre la recogida de alimentos que tuvieron que suspender por la cuarentena. Y coinciden en lo satisfactoria que está siendo esta experiencia. "Seguiremos adelante. Yo era nueva en el instituto y el programa me ayudó a conocer no solo gente de mi centro, sino también de otros países. Aprendí muchas cosas y siento que hemos aportado algo a la sociedad", resume Eva Campos.