La sociedad juega un papel clave para evitar brotes de coronavirus. Las medidas de prevención reiteradas hasta la saciedad, y que hay personas que siguen sin cumplir, como el uso de la mascarilla, el lavado constante de manos, mantener la distancia social y evitar aglomeraciones, son clave para que no se produzcan transmisiones comunitarias. Pero además de la conciencia social, también es fundamental el sistema sanitario, y el área de Vigo cuenta para esta fase de la pandemia "con un enorme sistema de vigilancia" para detectar contagios de forma precoz y rastrear los contactos de los positivos. "Hay que ser muy rigurosos para que no se nos escape ningún caso ni ningún potencial contacto, por esto estamos haciendo un trabajo de detectives", explica Manuel Crespo, jefe de Medicina Interna del Complejo Hospitalario Universitario (Chuvi) de Vigo.
Cuando una persona da positivo por coronavirus, el paso inicial es localizar y realizar un cuestionario epidemiológico a los allegados. Las preguntas van orientadas a definir a las personas que conviven con el caso, aquellos que pudieran haber tenido "contacto estrecho" con ella, los lugares donde estuvo durante los dos días anteriores al inicio de síntomas, si realizó un viaje reciente y si mantuvo las medidas de protección como uso de mascarilla, lavado de manos, higiene respiratoria... "Es imprescindible localizar a todos los familiares y compañeros de trabajo", explica Ana Sanjurjo, internista de Povisa. Pero no solo eso, sino que hay que rastrear también a todas las personas que han estado a menos de dos metros del positivos durante quince minutos.
Hay que tener en cuenta además que los primeros días inmediatamente posteriores a la aparición de los primeros síntomas el nivel de transmisión del virus es muy alto, pero también hay riesgo de contagio en los cuatro días anteriores al inicio de la sintomatología, por lo que es necesario también rastrear a esos contactos.
También son considerados casos potenciales todas aquellas personas que hayan compartido con un contagiado un medio de transporte de largo recorrido, estando sus asientos físicamente cerca (un radio de dos asientos alrededor).
Todos estos contactos estrechos deben por tanto mantener aislamiento domiciliario hasta descartar que puedan estar infectados por SARS CoV-2. Las autoridades sanitarias les realizan un seguimiento domiciliario y, en caso de que desarrollen síntomas, se les hace inmediatamente una prueba PCR.
El jefe de Medicina Interna del Chuvi apunta a un peligro que se enfrenta la salud pública en la actualidad: "Los lugares, cerrados, mal ventilados y con gente sin protección, como ocurrió el pasado fin de semana en una discoteca de Vigo". Por eso defiende la necesidad de consensuar una estrategia de prevención con los empresarios de ocio nocturno, pero también de otros sectores, pues se están viendo situaciones de riesgo en la industria, con aglomeraciones de trabajadores. "Es necesario evitar actividades comerciales y de ocio en las que no se asegure el cumplimiento de la normativa y de las medidas de seguridad sanitaria", defiende Manuel Crespo.
El seguimiento de casos y rastreo de contacto lo llevan a cabo Salud Pública, Medicina Preventiva pero también los centros de salud, que hacen el seguimiento "en el terreno" y se encargan de solicitar inmediatamente una PCR en caso de detectar síntomas sospechosos en algún paciente.
Pero todo ello, tal y como apuntan los profesionales, será en vano si la sociedad no se conciencia. "Creo que en general no se siguen las medidas de prevención de forma idónea. Aunque es esperable que un pequeño porcentaje de la gente haga mal uso de la mascarilla o no respete el distanciamiento social, lo preocupante son las reuniones masivas de personas sin seguir de forma razonable las medidas recomendadas para evitar la transmisión del virus", lamenta el jefe de Medicina Preventiva de Povisa, Jorge Cavero.
Afortunadamente, en el área sanitaria de Vigo los nuevos casos que está habiendo son importados y los contactos están acotados y controlados. Pero los profesionales apuntan que una relajación en las medidas de prevención individuales puede derivar en una transmisión descontrolada del virus, lo que provocaría un nuevo confinamiento. La alerta y el peligro a nuevos rebrotes se mantendrá hasta que aparezca una vacuna fiable o, al menos, un fármaco que sea eficaz contra el Covid-19.
