Un pleito por las ganancias de apuestas deportivas llega a su fin tras años de litigio. Un vigués no recibirá los cerca de 3 millones de euros que había ganado al entender que hubo un error de cálculo en las cuotas. El Tribunal Supremo estimó el recurso de apelación interpuesto por Cirsa, ya que la Audiencia Provincial en segunda instancia condenó a la casa de apuestas a pagar al jugador 2,7 millones por sus aciertos y que le fueron denegados tras anularse las apuestas por un error informático.
El vigués realizó en tan solo cuatro días 78 apuestas relacionadas con resultados de partidos de fútbol por un importe de 684,38 euros. El Supremo sostiene que estos hechos suponen "un abuso de derecho respecto del contrato de juego suscrito con la empresa de apuestas" al "aprovecharse" del error en la cuota. Entiende la Sala que el volumen de las apuestas en tan corto espacio de tiempo es "realmente relevante"; "aprovechando el error que eliminaba prácticamente la aleatoriedad y le aseguraba el acierto, que llega a ser desproporcionada". "Es obvio que el jugador se percató enseguida del error de cálculo. [...] Precisamente es esa magnitud y desproporción, la que pone de manifiesto que la forma de hacerlo, masiva, constituye un abuso que el derecho no puede amparar", señala el Tribunal.
