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Los hosteleros ensayan su vuelta

Los negocios con terraza que pueden abrir el lunes calculan la disposición de las mesas y anuncian campañas para animar a los clientes

Una terraza de Montero Ríos, ayer, probando una separación de mesas superior a la exigida. // Alba Villar

Una parte de los hosteleros vigueses han decidido poner al mal tiempo buena cara y se preparan para abrir sus terrazas la próxima semana a falta de que el Gobierno central confirme si Galicia entra en la fase 1 de la desescalada y bajo unas previsiones meteorológicas poco halagüeñas. Con un aforo del 50% y la posibilidad de ampliar el espacio ocupado cuando no causen molestias, los propietarios confían en empezar a despejar los nubarrones que se ciernen sobre su economía y los mapas del tiempo.

"El mayor problema sigue siendo la incertidumbre y además la primavera es muy cambiante. Abrir solo con la terraza es muy complicado y solo lo harán en torno al 10-15% de negocios. El resto esperará a la fase 2 o 3. En Montero Ríos tenemos las terrazas más grandes de la zona y habrá reaperturas, y además pondremos en marcha alguna campaña para animar a los clientes y sorpresas. La primera caña la pagaremos nosotros", anuncia Rubén Pérez, presidente de la asociación de comerciantes y hosteleros Zona Náutico.

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De cara a ese inminente regreso, los negocios ya ensayan la disposición de sus mesas para cumplir los requisitos de distancia social y empiezan a contactar con sus empleados. "Hay muchos inconvenientes porque no se pueden comprar productos perecederos si luego no se puede abrir y si el Gobierno retrasa mucho su decisión las asesorías no trabajan el domingo para poder reajustar los ERTE y avisar al personal. Y además los empleados también pueden tener problemas para conciliar", enumera Pérez.

Sí ve asumibles las restricciones higiénico-sanitarias: "No suponen un cambio tan radical ni las vemos desorbitadas porque ya trabajamos con protocolos muy estrictos en las cocinas y la mayoría utilizaba productos bactericidas. Se trata de ir un paso más allá y que los camareros, por ejemplo, además de las mesas limpien las sillas. La marca de hostelería segura que propone la patronal sería una buena idea".

Las tasas de terraza ya están bonificadas al máximo legal, un 95%, y el alcalde ha anunciado que el Concello será permisivo a la hora de ampliar cuando sea posible. "Hay que ir caso por caso para no perjudicar el paso de personas o de vehículos de emergencia. Y no es lo mismo tener al lado un local vacío que un comercio o un banco. El trámite para solicitar autorización es muy sencillo, haces unas fotos las envías a través de la web del Concello y el técnico decide", explica Rubén Pérez.

Esta casuística tan variada también justifica la reclamación de que las restricciones no se basen en el aforo sino en poder mantener la distancia entre mesas. Desde Zona Centro piden además ayudas para el alquiler y el mismo horario que en verano: "No tiene sentido ampliarlo más porque se trata de una actividad en la vía pública y nuestros vecinos son nuestros clientes. Queremos que se sientan orgullosos de nosotros y no perjudicarlos".

Sergio Vázquez, hostelero del Casco Vello, también apuesta por ser "coherente y lógico" a la hora de poder añadir alguna mesa en la calle. A partir de la próxima semana, confía en reabrir sus tres locales para servir en las terrazas y también comida para llevar. "Todavía hay incertidumbres y pequeñas contradicciones, pero la idea es abrir la próxima semana, no el mismo lunes sino el jueves, porque una cocina no está operativa en un día. Saldremos a luchar e iré sacando muy progresivamente a la gente del ERTE si las condiciones son las oportunas. Ya trabajamos con la mayor limpieza y ahora añadiremos dosificadores de hidrogel y todas las medidas necesarias para poder empezar a levantar un poco el vuelo".

Vázquez prevé abrir La Sidrería Pintxoteca solo los fines de semana y los dos locales de la Rúa Sombrereiros durante más días. "Vuelvo con energía y ganas para que los clientes vean que nos esforzamos en seguir generando puestos de trabajo y alimentar el alma de la gente. Tenemos que ayudarnos entre todos, empezando por lo local", aboga.

"Es preferible esperar"

Otros empresarios seguirán calentando en la línea de salida hasta las siguientes fases de la desescalada. "No somos locales terraceros como los del Levante. Para nosotros la terraza es un extra, un apoyo importante, pero el negocio real está dentro y a la mayoría no le compensa abrirlas. Y en el Casco Vello muchos establecimientos ni siquiera las tienen. Es preferible esperar y y saber lo que pierdo en vez de arriesgarme", destaca Omar Fares, propietario de un establecimiento en la Praza da Constitución y de otro en la Alameda.

"El local de La Central es muy grande y funcionando solo con la terraza al 50% pierdo más dinero que cerrado. Y en el caso de la Trastienda solo podría tener 3 mesas y media y unos 6 empleados, porque nuestra carta requiere de 2 o 3 personas en cocina", explica Fares. El confinamiento le obligó a cancelar la inauguración de su restaurante italiano, Nero, también en la Alameda: "Lo abriremos el 20 o el 21. Puedo dimensionar la plantilla porque aún no había contratado, tiene un espacio de terraza muy bueno y además se adapta muy bien a la venta para llevar":

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