Tras un parón inédito que se prolongó durante un mes por la crisis del coronavirus, los juzgados de Vigo empiezan a desperezarse. No va a ser una reactivación plena, ni mucho menos, pero desde hoy abogados y procuradores ya podrán al menos presentar a través del sistema telemático Lexnet las demandas y escritos que fueron acumulando en sus despachos durante estas últimas semanas en las que la actividad en los edificios de la calle Lalín estaba limitada a servicios esenciales. De cara a evitar que los casos lleguen en aluvión y se forme desde el inicio un tapón difícil de gestionar, los colegios de abogados y de procuradores vigueses remitieron un escrito a sus colegiados recomendando que en esta primera fase actúen con "moderación y ponderación", primando en los primeros cinco días hábiles el envío de escritos de procedimientos "que estén actualmente en trámite", muchos desde hace más de un año, y dejando las nuevas demandas para dentro de una semana.
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La decisión del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de levantar las limitaciones a la presentación de escritos por Lexnet -que conllevará una vez enviados su registro y reparto a los tribunales correspondientes si bien por ahora una muy escasa tramitación posterior- derivará en la vuelta al trabajo presencial, por turnos, de decenas de funcionarios. Según la resolución emitida ayer por la Xunta, en Vigo serán unos 70 trabajadores, de una plantilla de prácticamente 400, los que desde hoy deben trabajar cada día para dar servicio a los casi 40 juzgados, las dos secciones de Audiencia, la Fiscalía y el resto de oficinas judiciales de la urbe.
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"Mañana [por hoy] va a ser un día de locos", pronostica Jesús G. Puelles, un procurador que ayer calculaba que, solo él, tiene 60 escritos y demandas para presentar telemáticamente: "La medida es para toda España, hay que ver como responde Lexnet; esperemos que no se colapse". En su caso, las formalizará de forma escalonada para no contribuir al posible aluvión. El abogado Carlos Borrás, por su parte, tiene en su bufete unos 50 procedimientos para enviar "de forma gradual". "Son de temas anteriores a esta crisis sanitaria: por ejemplo, indemnizaciones de tráfico, una demanda de divorcio, liquidaciones de gananciales...", afirma. David Alfaya, jurista especialista en litigios bancarios, acumula medio centenar de demandas, recursos o escritos para presentar, de cuestiones como tarjetas revolving o el índice IRPH.
Medida
Otro letrado vigués, Álvaro Hinrichs, valora como "acertada" la medida del CGPJ: "En el despacho somos 16 abogados; las demandas y escritos ya preparados los podemos presentar y es un trabajo que ya queda hecho". En su caso tiene para formalizar asuntos laborales previos al Covid-19, relacionados con incapacidades o despidos. Fabián Valero, también experto en laboral, presentará asimismo demandas. "Eso sin perjuicio de que los plazos procesales siguen suspendidos", avisa. Abraham Tenoira, otro jurista, cuenta que remitirá un caso de una herencia y, entre varios más, un procedimiento de una joven que reclama una indemnización por caerle una persiana en la cabeza en una ciclogénesis. Y Tomás Santodomingo también presentará demandas, si bien todo lo derivado del coronavirus, por ejemplo por la crisis económica o por las denuncias del estado de alarma, aún tardará: "Ese aluvión llegará en unos meses".
Hay letrados que ven esta reactivación poco efectiva: la tramitación de la demanda, por ahora, quedará suspendida cuando de lugar a una actuación que abra un plazo. "Los asuntos quedarán en un limbo", opina Ramón Amoedo. "No se ganará agilidad", dice Alejandro R. Cid. "Con estas condiciones, ¿que más da presentarlo ahora que después? Es una medida descafeinada", concluye Alejandro Vega.